¿Quién lidera Vox?» Eso se preguntan algunos cargos intermedios de la formación conservadora viendo la estrategia de los últimos meses. Iván Espinosa de los Monteros, encantado de conocerse mediáticamente, ha eclipsado a Santiago Abascal.
Carmen López, excandidata de Vox en Cádiz, ha denunciado que «Iván Espinosa de los Monteros y su mujer Rocío Monasterio» detentan «un poder absoluto en Vox y lo deciden todo en nombre de una militancia amordazada y anestesiada».
«Iván y Rocío, añade, son hoy la cara más visible de Vox y los únicos con el poder suficiente para decidir sobre los grandes asuntos en la agenda del partido: desde los pactos en Madrid y Murcia hasta su naturaleza ideológica. Este duopolio ha marcado la estrategia de Vox y también las líneas rojas que, en línea con los intereses globalistas, no pueden ser sobrepasadas».
IVÁN ESPINOSA DE LOS MONTEROS Y LA IDEOLOGÍA DE VOX
López explica que «la inmigración es una de ellas. Y así tenemos que Vox ha pasado de representar una alternativa identitaria para muchos pardillos, a postularse hoy como un partido ultraliberal en lo económico, europeísta, constitucionalista, multiculturalista, monárquico y buenrollista».
Abascal se lleva la peor parte del artículo: «Y, entre tanto, ¿qué espera Abascal haciendo el papelón de líder de paja? De momento garantizarse la mamandurria durante los próximos cuatro años (si es que no se repiten elecciones) y preparar su reingreso en el PP a la sombra de algún chiringuito millonario».
Cierto es que Vox dista de otras fuerzas de extrema derecha europeas por su rama económica: creen en el liberalismo en vez de apostar por el proteccionismo de Le Pen. Y gastan saliva en arremeter contra los sindicatos en vez de hacerlo contra las casas de apuestas o la mal llamada economía colaborativa.
ESPINOSA DE LOS MONTEROS SE DEFIENDE EN TWITTER
Iván Espinosa de los Monteros mostró su enfado veraniego en Twitter al advertir que se volvían a convocar huelgas en Iberia o Renfe:»Cada vez hay más españoles hartos de los sindicatos de clase que se financian con los impuestos de todos, y que ponen en jaque las vacaciones de los demás. Es un abuso que se repite siempre en fechas clave, y siempre sin consecuencias para los reventadores».
El diputado socialista José Zaragoza le intentó aguar el periodo estival: «Hace 80 años Eugenio Espinosa de los Monteros era el Gobernador militar de Madrid nombrado por Franco cuando asesinaron a las 13 Rosas. Hoy Iván Espinosa de los Monteros es Portavoz de Vox, el partido que ha querido condenarlas por segunda vez».
El número tres de Vox se defendió: Un saludo cariñoso a todos los que mienten acerca del abuelo de unos primos segundos de mi padre, que dista bastante de ser mi abuelo. Ya lo expliqué en enero. Pero a ellos qué más les da la realidad (…) Y por último, el abuelo de los primos segundos de mi padre. El tío Eugenio. Este es el que pretenden utilizar para avergonzarme y para hablar de los privilegios de esta familia».
Más complicaciones tuvo Espinosa de los Monteros, que cree que la izquierda española es «sucia», para defenderse de la información de eldiario.es: «El dirigente de Vox Iván Espinosa de los Monteros fue condenado dos veces por dejar sin pagar obras de su mansión. Una empresa de Espinosa de los Monteros fue condenada en 2014 por dejar sin pagar parte de las obras de construcción de su lujosa vivienda: una casa de 545 metros cuadrados, cuatro plantas, parcela y piscina en una de las mejores zonas de Madrid».
LA PARTE POSITIVA DE LA BICEFALIA
La bicefalia política es un clásico en formaciones como el Partido Nacionalista Vasco, paisanos de Santiago Abascal. El exdiputado autonómico del Partido Popular quizás advirtió de las ventajas de la formación jeltzale, que tiene una mano dura encarnada en el partido, Arzallus u Ortuzar, y una cara amable en el Parlamento, Garaikoetxea, Ardanza, Ibarretxe o Urkullu.
Este hecho provoca que la cara parlamentaria, en este caso Santiago Abascal, no se vea obligado a socarrarse en el día a día político y pueda dejar la orientación ideológica, siempre peligrosa, a su lugarteniente en el partido, en este caso Espinosa de los Monteros.
BICEFALIAS A NIVEL ESTATAL
A nivel estatal no se ha probado con demasiado éxito la bicefalia: Alianza Popular compartió a finales de los ochenta el liderazgo entre Manuel Fraga y Antonio Hernández Mancha, que presentó una fallida moción de censura que tumbaron Alfonso Guerra y el Parlamento y acabó renunciando al liderazgo del centro-derecha estatal.
Tampoco le fue bien al PSOE a finales de los noventa tras la caída de Felipe González, que vio con pesar la derrota en las primarias de su delfín, Joaquín Almunia, que acabó monopolizando el poder en Ferraz tras la denuncia de Josep Borrell tras una denuncia, presumible fuego amigo, de El País.