Al contrario de lo que hasta ahora han mencionado algunos de los partidos que se integran en Unidas Podemos, Izquierda Unida (IU) sí estaría dispuesta a reunirse a solas con Pedro Sánchez. Así lo ha manifestado Enrique Santiago, diputado y secretario general del PCE este lunes. Eso sí, antes de acudir a la reunión comentarían con la formación morada que propuestas llevar. «Ni IU ni otra organización negocia por su cuenta», ha señalado Santiago.
En una entrevista concedida a Europa Press, Santiago ha explicado que cada formación que integra el grupo confederal tiene su perfil propio y por lo tanto deben contribuir «y hacer su papel» para desbloquear la situación política. Pero ha acusado al PSOE de «intentar debilitar la estrategia conjunta y descohesionar el bloque.
Por eso, ha reiterado, que si bien desde IU están dispuestos a hablar con el PSOE para facilitar acuerdos, los socialistas deben ser conscientes de que no van a conseguir romper la unidad estableciendo una dinámica «pueril» de «buenos y malos». «Es una estrategia muy vieja la del poli bueno-poli malo, no tiene recorrido, ni trascendencia, ni efecto», ha dicho.
LA «PICA EN FLANDES» DEL PSOE
Santiago ha añadido que a pesar de que en el grupo confederal hay diferentes criterios, están cohesionados para abordar la negociación con el PSOE, y ha añadido que cuando finalice el proceso, en caso de que deba ser así, ya manifestarán los distintos puntos de vista. «Pero lo que no vamos a hacer es debilitar un bloque que tiene que ir unido en un proceso de negociaciones buscando lo mejor para España», ha dicho, para luego recordarle al PSOE que no puede intentar «meter una pica en Flandes» para quebrar la unidad de Unidas Podemos.
Al contrario, cree que el PSOE ahora tiene la «obligación» de entenderse con los morados, y ha advertido a Pedro Sánchez de que estando tan lejos de la mayoría absoluta –123 diputados–, no puede pretender estar «jugando a una ruleta rusa a ver si en un repetición electoral mejora posiciones».
A su juicio, por mucho que mejore en las urnas, seguirán en las mismas dado que la ciudadanía quiere que ambas fuerzas se pongan de acuerdo a la izquierda. Espero que el PSOE no repita el error metodológico del mes de julio de querer construir algo tan serio como es un Gobierno en 72 horas», ha añadido.
EL «ANTOJO» DE LA MINORÍA
Por eso le ha pedido a Sánchez y al PSOE que dejen de poner «excusas de mal pagador» para no aceptar sentarse a la mesa de negociación, y ha opinado que desde Ferraz parece que siguen «con el antojo de gobernar en minoría como si tuvieran mayoría absoluta». Para Santiago, esa construcción del relato de cara a una posible repetición electoral ya no tiene credibilidad para los votantes y aclara que así lo ponen de manifiesto encuestas como la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Parte de ese relato preelectoral del PSOE es, a juicio del secretario general del PCE, la construcción de un programa con organizaciones sociales y sindicatos. Sobre esto recalca que ellos ya tuvieron esas reuniones sin prisas con más de 400 colectivos en los meses de mayo, junio y julio, y cree que los socialistas comprobarán que las propuestas que incluye el documento que enviaron al PSOE la semana pasada, ya coincide con las reivindicaciones de esos colectivos.
Así, ha incidido en que el acuerdo es posible y que nadie entendería que habiendo estado tan cerca de alcanzarlo en julio ahora no se diera. «Tenemos la obligación de ponernos de acuerdo para evitar un Gobierno inestable o un Gobierno de la derecha», ha subrayado.
NO ES UNA NEGOCIACIÓN «A CARA DE PERRO»
Para evitar esa repetición y la posible llegada de la derecha a La Moncloa, Santiago le ha pedido al PSOE que afronte la negociación con Unidas Podemos no como el que negocia con un enemigo por el abandono de un territorio ocupado, sino desde la base de que son dos fuerzas que quieren poner en marcha «un proyecto común».
Señala que cuando asuman esto, el ambiente cambiará, por lo que ha hecho un llamamiento a los socialistas para que asuman lo que ya han hecho en varias comunidades autónomas, porque «el acuerdo no se puede construir a cara de perro».
En este sentido, el diputado de IU se ha mostrado convencido de que la negociación debe ser de un acuerdo programático para una coalición puesto que atendiendo a los resultados del Gobierno socialista previo a la convocatoria electoral, «es necesario que en el Ejecutivo haya sectores convencidos de la importancia de aplicar medidas que redunden en beneficio de los desfavorecidos, que es la mitad del país».
UN EQUIPO NEGOCIADOR PLURAL
Para llegar a ese Gobierno conjunto, ha señalado que es necesario que el PSOE abandone su querencia hacia negociaciones rápidas, «en 72 horas», con «sesiones maratonianas y muy reservadas». Apunta que desde Unidas Podemos, para corregir esas situación, han creado una comisión negociadora más amplia, con representación de todas las formaciones del grupo.
Según Santiago, es una oportunidad para el PSOE de «superar su desconfianza injustificada hacia Podemos», y ponerse a trabajar con esta comisión plural por el bien de los intereses colectivos. No obstante, ha recordado que la comisión «desbloquea el camino» pero quien toma las decisiones políticas es la dirección, la mesa confederal.
Añade que tras 80 años de gobiernos en los que no ha habido ministros de organizaciones de la izquierda alternativa, ha llegado el momento de que se den, aunque ha recordado que para ellos lo trascendental no es tener carteras.
En este sentido, señala que no es lícito que Sánchez diga que no pueden estar en un Ejecutivo porque tienen pocos años de vida (por Podemos), y le recuerda que IU tiene 30 años de existencia y que el PCE cumple en 2021 los 100 años de historia.
«Tenemos hombres y mujeres con mucha experiencia que han formado equipos de gobierno en comunidades autónomas. Tras 80 años ha llegado el momento de que esas fuerzas estén en el Gobierno. Tenemos gente muy preparada, no tienen nada que envidiar a las personas que han sido ministros», ha dicho.
Para el diputado de IU, la diferencia entre los socialistas y Unidas Podemos es que ellos «no tendrán miedo de aplicar medidas que afecten a minorías de gente muy poderosa». Incide en que la forma de hacer las cosas de los morados «será más beneficiosa para la mayoría del pueblo», por lo que considera «importante» estar en el Gobierno.