El buque de rescate de Open Arms sigue fondeado frente a la costa italiana. La situación a bordo es crítica, «se complica cada minuto», explican desde la ONG. En plena crisis política internacional que enfrenta a los gobiernos de España e Italia, que pone en evidencia la responsabilidad de la Unión Europea frente al reto migratorio, y que también genera acusaciones y reproches entre el Ejecutivo español y la propia ONG, el buque ha recibido la autorización para evacuar a ocho personas necesitadas de asistencia urgente y a un acompañante del buque.
La ONG catalana informaba a través de su cuenta oficial en Twitter de la evacuación de nueve personas del buque en el que, en este momento, viajan 107 personas, que se encuentran varadas frente a la isla italiana de Lampedusa.
«Quien no quiera ver la situación insostenible a bordo es que es incapaz sentir empatía por el dolor ajeno»
Horas antes, la jefa de la misión a bordo del barco, Anabel Montes, ha hecho un llamamiento «a lo humano» y ha insistido en la necesidad de desembarcar a los náufragos en el puerto más cercano. «Quien no quiera ver la situación insostenible a bordo es que es incapaz sentir empatía por el dolor ajeno», han lamentado desde Open Arms.
No podemos estar cinco días más, tienen que bajar a tierra, son personas», ha manifestado Montes después de que el gobierno de Pedro Sánchez haya ofrecido al barco de rescate atracar en puerto español. Desde Open Arms han asegurado que navegar hasta ese punto supondría cinco días más de travesía, algo inasumible en las condiciones actuales, a pesar del compromiso del Gobierno español de facilitar las condiciones para realizar la singladura de forma segura.
De hecho, Marina Mercante trasladó este domingo dos veces una comunicación en la que preguntaba a los responsables del Open Arms qué consideran necesario para que el viaje se realice en condiciones seguras y, como alternativa al puerto de Algeciras, ofrecía “el puerto español más cercano”, Mahón.
EL GOBIERNO ITALIANO OFRECE ESCOLTA HASTA ESPAÑA
El que también ha hecho una oferta relacionada con la seguridad en una posible travesía a territorio español ha sido el ministro de Transporte italiano, Danilo Toninelli, que ha ofrecido a la Guardia Costera de Italia para que escolte al buque de rescate hasta un puerto español.
«Estamos dispuestos a llevar, con nuestra Guardia Costera, a un puerto ibérico a todos los migrantes que están a bordo del Open Arms», ha señalado el ministro a través de su página en Facebook. Además, Toninelli ha recalcado que España debe llevar a cabo el primer paso y retirar su bandera del barco.
Horas antes, el director de Open Arms Italia, Ricardo Gatti, planteaba la posibilidad de desembarcar a los 107 náufragos que se encuentran en el buque de rescate como paso previo para su envío en avión a Madrid.
Gatti ha explicado que además de ahorrar tiempo en el mar a las personas rescatadas, también supondría un recorte del gasto público empleado en el desplazamiento. Así, ha recordado que el año pasado el traslado a España del ‘Aquarius’ supuso unos 250.000 euros en gastos para los guardacostas en labores de asistencia. En contraste, enviar a los migrantes en avión a España sería más barato, según Gatti.
REPROCHES AL GOBIERNO ESPAÑOL
Gatti ha acusado a la vicepresidenta del Gobierno de España en funciones, Carmen Calvo, de “tergiversar la realidad” al afirmar que el barco de la ONG “pudo haber entrado en Malta” para desembarcar a los migrantes pero que “no quiso” y “se fueron para Italia”.
El representante de Open Arms ha negado estas afirmaciones de Calvo y ha asegurado que hubo un intento de trasladar a 39 personas a una patrullera maltesa. Se trataba de personas recogidas en el último rescate en zona SAR (‘Search and Rescue’), cuando el barco ya contaba con otros 121 migrantes que llevaban días a bordo.
Según la versión de la ONG, cuando se estaban preparando para el trasbordo, hubo nerviosismo entre los rescatados que llevaban más días en la nave, que no entendían por qué el grupo que acababa de llegar podía desembarcar y ellos debían permanecer a bordo. Esto desencadenó una situación tensa y violenta, con episodios de autolesiones entre los rescatados, que provocó que se abortara la operación, según ha explicado Gatti.
Por ello, el director de Open Arms Italia ha pedido “que no se tergiverse la realidad” para “intentar culpar” a la ONG, un gesto que considera “vulgar” y de “bajeza política y falta de respeto a las instituciones”.