Fuentes populares se han mostrado favorables a poner en marcha el experimento de País Vasco Suma (posible nombre que podría recibir la coalición) junto con Ciudadanos. Creen que sería una buena solución, que podría evitar una posible debacle electoral.
Una vez cerradas las autonomías en las que el Partido Popular y Ciudadanos podían aspirar al Gobierno, ambos partidos, socios de coalición, ya tienen su meta puesta en las elecciones del País Vasco y Galicia. De los comicios de sendas comunidades, previstas para el año que viene, el territorio vasco es el que más preocupa tanto al Partido popular, como a Ciudadanos.
La autonomía no ha sido históricamente un blanco fácil para los populares. Sus resultados han ido empeorando en las últimas legislaturas. En el caso de Ciudadanos, ni siquiera cuenta con representación dentro del parlamento. Estos antecedentes les harían plantearse la fórmula empleada en Navarra y que les ha dado buenas cifras: un País Vasco Suma.
PAÍS VASCO SUMA, LA SOLUCIÓN DEL CENTRO-DERECHA
El precedente de Navarra Suma se ha visto como un proyecto solvente que podría recuperar los escaños que los populares han perdido en el País Vasco. Desde al año 2005, el PP ha disminuido su representación progresivamente. En total, la formación cuenta con seis parlamentarios menos. De los 15 que tenía hace cuatro legislaturas, a los 9 que presenta en la actualidad.
Los resultados obtenidos en las elecciones generales, en las que el Partido Popular no ha obtenido ningún escaño por el País Vasco, frente a los dos que obtuvo en 2016, ha encendido todas las alarmas. La formación augura unos malos datos en los comicios autonómicos y quiere evitar los daños colaterales a toda costa.
Es por ello, que la fórmula de País Vasco Suma, donde se unirían a Ciudadanos, podría darle el respiro que necesitarían ambas agrupaciones. El caso de Navarra (PP, Cs y UPN) ha sido un éxito, a pesar de que no hayan conseguido el gobierno. Con 19 parlamentarios, se quedaron a solo siete de la mayoría absoluta. Replicar esta medida en los comicios vascos es tan beneficioso tanto para el PP como para Ciudadanos.
El partido liderado por Albert Rivera encuentra en la comunidad su talón de Aquiles. En las generales no llegó ni a los 40.000 votos, mientras que en las últimas autonómicas a penas consiguió 21.000. Muy por debajo de los populares, que cosecharon más de 107.000 apoyos. Unos datos difíciles de remontar viendo la evolución que ha tenido el centro-derecha en la región.
NI CATALUÑA SUMA NI ESPAÑA SUMA
Ciudadanos sigue mostrándose reacio a unirse en más bloques de coalición con el Partido Popular. Varios dirigentes de Ciudadanos, entre ellos la nueva líder en Cataluña, Lorena Roldán, han asegurado que no tienen intención de repetir lo ocurrido en Navarra. Una línea de pensamiento que contrasta con lo que piensan los populares.
Pablo Casado si está a favor de aprovechar el éxito de NA+. El líder del PP ya ha expresado su deseo de reeditar la medida en Cataluña o Asturias y en los territorios “donde podamos”. Una idea que también ha expresado públicamente en más de una ocasión su flamante portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo.
De hecho, el último movimiento de los populares ha sido registrar la marca Cataluña Suma. Según publica el diario ‘Economía Digital’, el PP catalán registró el nombre a finales de julio, “por si acaso” pudiera hacerse efectiva la unión para los próximos comicios en la comunidad. Y lo han hecho a espaldas de Ciudadanos, que se muestra contrario a la iniciativa.
Al Partido Popular sí le interesa unir fuerzas en Cataluña porque últimos resultados electorales le dejaron en una posición meramente simbólica. En cambio, la situación de Ciudadanos en la comunidad es totalmente distinta. La formación ganó los últimos comicios y posee una fuerza como marca propia que no están dispuestos a compartir con los populares.
Y lo mismo ocurre a nivel nacional. Ante la posibilidad de unos nuevos comicios generales este otoño, varios dirigentes estaban planteando la creación de una España Suma para recuperar el poder perdido en el Senado, según aseguran fuentes populares. El Partido Socialista tiene actualmente la mayoría de la Cámara Alta y haría más difícil aprobar medidas como el 155. Algo en lo que PP y Ciudadanos coinciden a pies juntillas.
Con los resultados de las elecciones del 28-A, la hipotética unión de PP y Ciudadanos ganaría en 40 de las 50 provincias españolas, donde los socialistas han sido los más votados. En algunas como Madrid, la diferencia sería considerable: 1.000.000 y medio más de votos para la coalición. Las ciudadanos autónomas de Ceuta y Melilla también obtendrían mayoría de derecha.
Sin embargo, la predisposición popular necesitará del beneplácito de Ciudadanos. La balanza hacia la confluencia parece que no está equilibrada. Unirse a los populares pondría en peligro el proyecto regenerador que tanto ha defendido Albert Rivera. Y la marca Ciudadanos se quedaría fuera de la carrera para ser el nuevo líder de la oposición.