Pablo Iglesias está emulando a Julio Anguita, al que copió el comprensible latiguillo del «programa, programa, programa» durante la última campaña electoral. El secretario general de Podemos utilizó la Constitución como amuleto estrella y ahora puede repetir la estrategia del excoordinador federal de Izquierda Unida.
Podemos ha rechazado hasta ahora las dos sesiones de investidura en las que ha participado a nivel estatal: a principios de 2016 votaron ‘no’ a Pedro Sánchez y a finales de ese mismo año rechazaron la de Mariano Rajoy. El martes está previsto que apoyen al candidato socialista.
Iglesias tan solo apoyó, en este caso vía moción de censura, la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en la primavera del pasado año. Los morados dejaron claro que no apoyarían la investidura del candidato del PSOE si los socialistas mantenían el supuesto veto a su líder. Pero Iglesias, por sorpresa, se sacrificó por bien del pacto.
No hubiese sido la primera vez que una fuerza a la izquierda del PSOE rechaza una investidura de un candidato socialdemócrata: Izquierda Unida se opuso a Felipe González hasta en tres ocasiones. A Julio Anguita no le tembló el pulso.
IGLESIAS RESUCITA LA ESTRATEGIA DE ANGUITA
El PCE de Santiago Carrillo votó ‘no’ a la investidura de Adolfo Suárez en 1979 y tres años después apoyaron la de Felipe González. El carismático líder socialista no pudo mantener la confianza de los comunistas por su deriva conservadora.
Izquierda Unida, con Gerardo Iglesias, se opuso a la investidura del candidato socialista en 1986 y Julio Anguita repitió lo propio en 1993 y 1996. ‘El Califa’ no apoyó a Aznar en el 1996, Frutos tampoco lo hizo en el 2000 y Gaspar Llamazares sí que votó a favor de Zapatero en 2004.
El coordinador federal asturiano se abstuvo en 2008, Cayo Lara rechazó la investidura de Rajoy en 2011, Iglesias y Garzón se opusieron al pacto Sánchez-Rivera en 2016 y Unidas Podemos hizo lo propio a finales de año con Rajoy.
EL PARALELISMO: ANGUITA 1993, IGLESIAS 2019
Felipe González ganó a la baja las generales de 1993 con el GAL y la corrupción asfixiándole. El apoyo de Izquierda Unida posibilitaba su mayoría absoluta, pero Julio Anguita se negó y el PSOE tuvo que depender de CiU hasta que Jordi Pujol rompió el acuerdo.
Anguita denunció hace veintiséis años que fue «presionado de forma tremenda y brutal» por seis periodistas de El País, entre ellos su director, Joaquín Estefanía. El ‘diario independiente de la mañana’ negó el supuesto chantaje.
El coordinador federal de IU sacó ese almuerzo a relucir después de haber sufrido dos duros artículos en el periódico que firmaron los cerebros grises de PRISA, Juan Luis Cebrián y Javier Pradera.
Anguita consideró que «la frustración» que originó entre esos periodistas su postura al respecto explica lo que calificó de «insultos» de este periódico contra él. ‘El Califa’ aseguró que solo hablaría con el PSOE del programa y aseguró que consultaría a sus bases, estrategia que ha seguido ahora Iglesias.
IGLESIAS TAMBIÉN SE ATREVE CON UNA GUERRA MEDIÁTICA
Pablo Iglesias animó en su regreso a la vida política, en marzo del presente año, a votar «contra los dueños de Atresmedia y Mediaset (…) Decir que los medios comunicación privados tienen intereses y que tienen más poder que los diputados es la verdad. Decir que los medios no son neutrales es arriesgado, porque te acusan poco más de atacar la libertad de prensa. Hemos dicho la puñetera verdad».
Especialmente duro fue contra La Sexta: «Vosotros perdéis prestigio cada sábado que un periodista de cloaca como Eduardo Inda viene a este programa. Sé que en el fondo sabes que tengo razón, pero no lo puedes reconocer».
Mediaset tampoco se fue de rositas: «Yo estoy encantado de estar en esta casa siendo entrevistado. Siempre he estado muy a gusto. Pero eso no me impide decir que este medio sea propiedad de un italiano, la familia Berlusconi, primero como español, me gusta regular; y segundo que sea un tipo que estuvo en orgías con menores de edad, me revuelve el estómago».
Y PRISA también recibió dardos: «Hay quien pueda creer que el hecho de que el Santander o el BBVA sean dueños de grandes medios de comunicación es normal, y que los británicos de Amber Capital tengan participaciones en los grandes medios de comunicación es normal. Nosotros pensamos que un flaco favor hace a la democracia».
LOS CHALETS
Julio Anguita apoya la estrategia de Pablo Iglesias respecto a Pedro Sánchez, pero ‘El Califa’ criticó la decisión del líder de Podemos de comprarse el famoso chalet de Galapagar. Pero curiosamente en 1996 el entonces coordinador federal de Izquierda Unida recibió severas críticas por un asunto relacionado con su vivienda.
El País y El Mundo destaparon que Anguita había exigido que el Ministerio del Interior pagase el alquiler de su chalet. El coordinador federal, acosado a nivel interno por la corriente denominada Nueva Izquierda, calificó la información de «indignidad».