Temor en el PP a un fracaso en cadena de Murcia a Madrid

  • El PP teme que se repita la misma situación de Murcia el próximo día 10 en Madrid.
  • Vox se ha convertido en la pieza clave para garantizar los gobiernos de coalición de PP y Ciudadanos. 
  • Las reuniones para acercar posturas continúan más abiertas que nunca. 
  • El Partido Popular está asustado. El fracaso en la sesión de investidura de Murcia se ha convertido en la antesala de lo que podría ocurrir en la Comunidad de Madrid el próximo día 10. La presidencia de Isabel Díaz Ayuso pende de un hilo y Vox, que tiene la última palabra, parece que no va a ceder tan fácilmente. 

    Tras la decisión del partido de Santiago Abascal de negarse a investir a la combinación PP y Ciudadanos en Murcia, fuentes populares aseguran que temen que se produzca “un efecto dominó” y se queden fuera del resto de territorios que todavía no están decididos. La Rioja, Navarra o Aragón son algunos de ellos, aunque el más importante es sin duda Madrid. 

    VOX, LA LLAVE DE LA GOBERNABILIDAD DEL PP

    Mucho han cambiado las cosas desde aquella noche electoral del 26 de mayo, cuando un orgulloso líder, Pablo Casado, alzaba los brazos de sus pupilos en Madrid, coreando la victoria popular. A pesar de no haber conseguido los resultados esperados, el presidente del PP ya veía sentados a sus candidatos en el “trono” del consistorio y la comunidad. Un camino aparentemente sencillo, que cada vez se vuelve más espinoso. 

    La jugada salió bien en el caso de José Luis Martínez-Almeida. La ingenuidad de Vox a la hora de alcanzar los acuerdos en el Ayuntamiento le hicieron alcalde y evitaron que los ultraderechistas consiguieran concejalías, pero no está siendo tan fácil con la investidura de Díaz Ayuso. 

    Vox parece que ha despertado y ahora quiere valerse de su privilegiada posición para conseguir sus objetivos. Y lo que ha ocurrido en Murcia ha sido el primer aviso. El popular Fernando López Miras no revalidará su presidencia, al menos por el momento. Tras el voto negativo de Vox, el lunes comienza la cuenta atrás y si en dos meses no se han alcanzado acuerdos, habrá que convocar nuevas elecciones. 

    Con el bloqueo de la investidura en la región murciana, los ultraderechistas quieren demostrar a sus socios PP y Ciudadanos que van en serio y tampoco les va a temblar el pulso a la hora de repetir la misma fórmula en Madrid. A las puertas del pleno de votación en la Asamblea madrileña, la mesa para cerrar acuerdos está más caliente que nunca. 

    LOS DESACUERDOS DEL PP, CIUDADANOS Y VOX EN MADRID

    A pesar de que los populares se han empeñado en separar lo que ocurre en el Ayuntamiento de Madrid con los asuntos autonómicos, la realidad es que han influido de lleno en el desarrollo de los acontecimientos. Todo parecía marchar viento en popa entre PP y Vox hasta que un acuerdo malinterpretado abrió una grieta insalvable entre ambos.

    Quedarse fuera de las concejalías fue la gota que colmó el vaso y la candidata madrileña del partido de ultraderecha, Rocío Monasterio, puso el freno a las reuniones con los populares. Y cambiaron el rumbo de sus exigencias. Renunciaron a ser concejales, pero pusieron sobre la mesa de negociación una de las cuestiones más peliagudas: las normas LGTBI.

    Fue la primera condición irrevocable que presentó Monasterio. Querían cambiar varios puntos de una ley que consideran innecesaria, adoctrinadora y que genera desigualdades entre los miembros del colectivo gay y el resto de personas. La petición abrió un debate que en el PP ya tenían superado. 

    Las normas en cuestión fueron un motivo de controversia en la filas populares. Hubo varios diputados que se postularon públicamente en contra, pero la presión que recibieron del resto de partidos propició finalmente su aprobación. Precisamente Ciudadanos fue uno de los más comprometidos con la ley y que ahora tendrá que buscar ese punto intermedio con Vox si quieren co-gobernar la comunidad. 

    LA VERSIÓN OFICIAL DEL PARTIDO POPULAR

    El malestar que manifiestan algunos dirigentes populares detrás de las cámaras, contrasta con las declaraciones públicas que hacen desde el partido. La versión oficialista se niega a pronunciar la palabra “miedo” y mantiene las distancias con lo ocurrido en Murcia. Fuentes del partido afirman que ambas negociaciones, la de Madrid y la murciana, deben separarse porque la comunidad madrileña “tiene una entidad” incomparable al resto.

    El PP insiste en que si Vox se atreve a votar “no” a Díaz Ayuso beneficiará exclusivamente a PSOE y Podemos y “no creen” que den lugar a eso. Las mismas fuentes aseguran que continúan las reuniones entre ambas formaciones y que “avanzan por buen camino”, ya que “tienen varios aspectos programáticos en común”.

    En lo referente a las pretensiones de Monasterio de cambiar aspectos de las normas LGTBI, aseguran que “no van a retroceder en derechos para el colectivo”, pero que intentarán llegar a puntos en común. Por ejemplo, estarían dispuestos a eliminar aquellas charlas o talleres en colegios donde se traten estos temas y que generan malestar entre algunos padres. 

    Los populares también siguen hablando con Ciudadanos y están intentando que la formación de Albert Rivera se reúna con Vox cuanto antes. Desde el PP consideran una “incongruencia” que Cs evite esa cita cuando gracias a sus votos “presiden la mesa de la Asamblea” y además ya se han producido ese encuentro en Murcia. 

    Los ojos están puesto ahora en Vox. El Partido Popular espera mucho de estas reuniones y no quieren perder todavía la fe, a pesar de que reconozcan que el partido de extrema derecha no lo está poniendo fácil. Necesitan alcanzar acuerdos cuanto antes, porque se niegan a renunciar a su bien más preciado. La joya de la corona. La Comunidad de Madrid.