El Congreso de los Diputados ha rendido este jueves homenaje a las víctimas del terrorismo, con las ausencias de los líderes de Podemos y Vox. Se trata de un acto de reconocimiento a las víctimas, tanto de las que causó ETA, como de las que provocó el yihadismo y otras bandas terroristas, como viene haciendo cada 27 de junio desde 2010.
Los diputados de Unidas Podemos, PNV y ERC declinaron aplaudir a la representante de la Fundación de Víctimas y, por primera vez, en el acto ha habido presencia de la izquierda abertzale que justificaba a ETA., aunque sólo se asomó al acto en la fase final, incluyendo el minuto de silencio, como ya anunciara ayer el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi.
No estuvieron ni el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ni el grupo de Vox, que se ha querellado contra Zapatero por colaborar con ETA
La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, recibió a los representantes de las asociaciones de víctimas en el Salón de Pasos Perdidos y después todos se dirigieron al hemiciclo, donde se ha organizado este año el homenaje y donde esperaban diputados y senadores de los distintos grupos parlamentarios.
PROTESTA DE LAS ASOCIACIONES POR LA ENTREVISTA DE OTEGI
A la cita acudieron representantes de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT) y de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), pero a última hora se descolgó la asociación ‘Dignidad y Justicia’ en señal de rechazo a la entrevista a Otegi en TVE. Como en ocasiones anteriores también faltó el Colectivo de Víctimas de Terrorismo en el País Vasco, Covite, al considerar que carece de sentido sumarse al homenaje a las víctimas de una Cámara en la que está representada EH Bildu.
Una vez en el Salón de Plenos, Batet abrió la sesión saludando a las víctimas, a los parlamentarios y a otras autoridades presentes, entre ellos representantes del Poder Judicial y siete ministros, encabezados por el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Los portavoces y líderes de los grupos parlamentarios ocuparon esta vez el centro de la primera fila tradicionalmente reservada al Gobierno, y ahí se pudo ver a Adriana Lastra (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) e Irene Montero (Unidas Podemos). También estaban, entre otros, Gabriel Rufián, de ERC, y Aitor Esteban, pero no estuvieron ni el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ni el grupo de Vox, que prefirió homenajear a las víctimas de ETA querellándose contra el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Los asistentes escucharon sendos discursos de la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, la diputada del PP María del Mar Blanco, y de la propia Batet. Las palabras de Blanco desde la tribuna de oradores no merecieron el aplauso de Unidas Podemos, PNV y ERC, que, en general, se limitaron a quedarse de pie, aunque Rufián y otros de sus compañeros ni siquiera se levantaron y se quedaron sentados.
En el acto se ejecutaron también dos piezas musicales en el hemiciclo: el Segundo movimiento de la sonata de Giovanni Baptista Pescetti para arpa, interpretada por Gloria del Pino, y Lascia chio pianga, aria de Rinaldo de Haendel, cantada por el tenor Mario Millán Rodríguez-Sadia.
APLAUSOS TRAS EL MINUTO DE SILENCIO
El homenaje acabó con un minuto de silencio con todos los asistentes puestos en pie y con aplausos de solidaridad con los afectados por el terrorismo. Después, los miembros de la Mesa, el resto de los diputados y los invitados se dirigieron al Salón de Pasos Perdidos para mantener un encuentro.
El Congreso de los Diputados organiza este homenaje cada año desde que en 2010 se aprobó una declaración institucional para instaurar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo en memoria de Begoña Urroz, asesinada con 22 meses en 1960 por una bomba colocada en la estación de ferrocarril de Amara (Guipúzcoa).