Ciudadanos se desmorona. La inesperada dimisión del portavoz económico en el Congreso y miembro de la Ejecutiva permanente de la formación, Toni Roldán, muestra que no todo es color “naranja” dentro del partido y deja al descubierto sus profundas grietas internas. Al abandono de Roldán se suma el de Javier Nart, perpetuando la estela de bajas y críticas a la formación por su giro a la derecha.
Y es que pactar con Vox le ha traído a la formación naranja más desgracias que alegrías. Roldán ha sido el último en afirmar que la nueva estrategia de Cs va a suponer “altos costes para España”, aunque no ha sido el único. Antes que él, Manuel Valls (aliado de Ciudadanos en la plataforma electoral Barcelona pel Canvi), Luis Garicano e incluso el fundador del partido, Francesc de Carreras, han mostrado su desacuerdo con las decisiones que está tomando Albert Rivera.
TONI ROLDÁN, LA HISTORIA DE UNA RUPTURA INESPERADA
La despedida de Roldán ha estado cargada de dardos dirigidos a Rivera. El exportavoz no solo deja su acta como diputado, sino que también abandona definitivamente el partido. Una decisión que reconoce que ha madurado en los últimos meses y que ha ido consolidando a la vez que se hacía más claro el viraje de Ciudadanos a la derecha.
«¿Cómo vamos a luchar contra la dinámica de confrontación de rojos azules que vinimos a combatir si nos convertimos en azules?» se preguntaba Roldán. También ha criticado que Ciudadanos no haya sido capaz de “confrontarse a la extrema derecha que está en las antípodas de todo lo que pensamos”, en clara referencia a Vox.
El cordón sanitario que Ciudadanos ha puesto a la investidura de Sánchez ha sido otro de los motivos, no explícitos, que Roldán ha comentado durante su adiós: «España tiene una oportunidad histórica para construir un Gobierno estable y liderar el progreso liberal en Europa en los próximos 20 años» y ha calificado de “grave error” desperdiciar esa oportunidad.
Las discrepancias en la política de pactos han propiciado también la dimisión de Javier Nart. El eurodiputado ha tomado la determinación de abandonar la Ejecutiva después de que los miembros de la misma se hayan negado a someter a votación levantar el veto al PSOE. A estas renuncias a nivel nacional se suman la autonómica de Juan Vázquez, cabeza de lista de Cs en Asturias, quien ha dejado su cargo y acta por los mismos motivos que sus antiguos compañeros.
GARICANO, IGEA Y VALLS, ENTRE LAS VOCES CRÍTICAS DE CS
Toni Roldán llegó a Ciudadanos en el año 2015 de la mano de Luis Garicano. Su mentor político ha sido uno de los que ha lamentado su salida del partido. «Nadie ha trabajado más, nadie ha sido más leal al proyecto, nadie ha hecho más por conseguir políticas reformistas y regeneradoras para España. Gracias por todo, Toni. Seguiré luchando por esas ideas”.
Hace 4 años convencí a @toniroldanm para que se enrolara en esta aventura. Nadie ha trabajado más, nadie ha sido más leal al proyecto, nadie ha hecho más por conseguir políticas reformistas y regeneradoras para España. Gracias por todo, Toni. Seguiré luchando por esas ideas
— Luis Garicano (@lugaricano) 24 de junio de 2019
Garicano, cabeza de lista de Cs al Parlamento Europeo, representa el ala socioliberal del partido y también se ha mostrado muy crítico con las últimas decisiones de Rivera. Lo ha sido especialmente en dos cuestiones. La primera es la negativa de la formación naranja de apoyar un gobierno del PSOE. El eurodiputado, junto a Javier Nart, Francisco Igea y Fernando Maura, han sido los que han pedido a la Ejecutiva una votación para tratar este tema, aunque no ha prosperado.
La segunda discrepancia entre Rivera y Garicano fue la decisión de Valls de apoyar a Ada Colau en Barcelona. El eurodiputado salió en defensa del francés alegando que respaldar a Barcelona en Comú era la opción “menos mala” si el objetivo era evitar un gobierno independentista. Garicano ahora tendrá que ver si estas públicas diferencias con su partido le harán plantearse su futuro o seguirá intentando cambiar estos aspectos desde dentro.
La otra ruptura sonada de esta etapa post-electoral ha sido precisamente con Manuel Valls. El francés se convirtió en el fichaje estrella de Ciudadanos al convertirse en su aliado en la plataforma electoral para las municipales Barcelona pel Canvi, pero ha salido por la puerta de atrás. Cuestionó la relación del partido con Vox y posteriormente desafió a Albert Rivera tras votar en favor de Colau. Esto supuso el fin de su efímera relación con la formación naranja.
Garicano y Valls han sido dos de las voces más críticas, pero no las únicas. El candidato a la presidencia de Castilla y León, Francisco Igea, ha mostrado su cariño a Roldán poniendo una foto de ambos en su perfil de Twitter. Pero esta no ha sido la única acción crítica del vallisoletano a las directrices de su partido.
Después de que la Ejecutiva de Cs aprobara seguir apoyando al PP en Castilla y León, Igea se desmarcó de esta tendencia y reconoció que la comunidad “necesitaba un cambio urgente”. La idea de la regeneración, que tanto ha defendido Ciudadanos y que ahora no está cumpliendo, es otra de las cuestiones que ha destacado Roldán en su despedida.
ALBERT RIVERA Y SU GIRO “AUTORITARIO”
El desmembramiento de la “naranja” parece culpa de Albert Rivera. El líder ha querido moldear todas las corrientes de pensamiento bajo su propia ideología y no le ha salido como esperaba. Su férrea posición en ciertos temas como pactar con el PSOE o preferir a Vox antes que a los socialistas está haciendo aflorar las personalidades del resto de miembros de la formación.
Muchos, como se ha visto en el reciente caso de Roldán, consideran que el partido está alejándose de sus principales cometidos. De hecho, el fundador de Cs, Francesc de Carreras, en un artículo publicado en EL PAÍS, arremete directamente contra el liderazgo de Rivera y le pide que reflexione sobre su veto al PSOE.
El líder de Ciudadanos debe aceptar que en su partido hay personas con una amplia trayectoria política anteriores incluso a Cs y por lo tanto no se les puede imponer ideas sin alcanzar un previo consenso. Este es el caso de Igea, proveniente de UPyD, Valls, exministro francés, o Celestino Corbacho, exmilitante del PSOE.
Después de todos estos acontecimientos, Albert Rivera tendrá que plantearse si ceder en algunas propuestas o continuar con su apuesta autoritaria y arriesgarse a seguir sumando bajas a sus filas.