viernes, 22 noviembre 2024

En Podemos ya no hablan de negociación con el PSOE, sólo de contactos

  • En las filas de Pablo Iglesias temen que el PSOE se decante en cualquier momento por la abstención de Ciudadanos.
  • Un Gobierno con independientes no es del agrado de Podemos, donde no gustan ministros como Grande-Marlaska.
  • Los socialistas si hablan públicamente con términos propios de una negociación.
  • La temperatura de la relación entre Podemos y PSOE ha bajado significativamente. En las filas del partido de Pablo Iglesias no se habla de negociación con los socialistas, sino de meros contactos. Los temores de Podemos a que el PSOE se apoye en la abstención de Ciudadanos para facilitar la investidura de Pedro Sánchez han cambiado la percepción de la relación entre el partido morado y los socialistas.

    PSOE y Unidas Podemos mantenían hasta ahora una posición de cercanía en la que los socialistas señalaban a estos últimos como socios preferentes para llegar a acuerdos. Las reuniones en las que Pablo Iglesias trasladó a Pedro Sánchez su interés en formar parte de un Gobierno de coalición y el socialista, por su parte, en hablar de un Ejecutivo de cooperación, no son consideradas ahora como una negociación.

    “Están hablando, pero no negociando”, dicen ahora dentro de Podemos. En el partido de Pablo Iglesias tienen más claro ahora que el PSOE no tiene a priori más interés en el apoyo de éste. También están convencidos de que en cualquier momento los socialistas pueden abandonar a Unidas Podemos para apoyarse en la abstención de Ciudadanos.

    En Podemos muestran su decepción por el hecho de que los socialistas no hayan bajado sus posturas más allá de la idea inicial de formar un Gobierno que incluya a independientes. En el partido de Pablo Iglesias no han compartido esta idea. Para ello ponen como ejemplo el caso del actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, un independiente en el actual gabinete de Pedro Sánchez que se encuentra alejado de los posicionamientos políticos de Podemos.

    Por otra parte, la posibilidad, publicada por algún medio, de que la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, pudiera ser otro de esos independientes en un futuro Gobierno apoyado por Unidas Podemos, es descartada de plano.

    En el partido de Pablo Iglesias no ven posible apoyar a quien pactó con Íñigo Errejón la creación de una candidatura electoral competidora de Unidas Podemos. Además, los problemas de salud de Manuela Carmena hacen pensar en Podemos que la posibilidad de verla como ministra son remotas.

    La temperatura de la relación entre PSOE y Podemos ha sufrido altibajos durante el tiempo en que se han producido los contactos entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró públicamente que el pasado lunes Sánchez había ofrecido a Iglesias “puestos de responsabilidad que, desde luego, no son en el Consejo de Ministros”.

    OFERTA A PODEMOS

    Estos contactos son los que Podemos no quiere considerar ahora como negociaciones. Esta postura también responde a la pretensión de Carmen Calvo de que el partido de Pablo Iglesias respondiera a lo que calificó formalmente como una “oferta” realizada por Pedro Sánchez, es decir, una negociación.

    Aún así, el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, sí que usó el término negociación a la hora de comentar lo tratado entre Iglesias y el presidente del Gobierno. La posibilidad de que Sánchez no hubiera mantenido una postura leal con Pablo Iglesias fue descartada por este tras la reunión del lunes.

    Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señaló ayer que “la responsabilidad de PP y Ciudadanos, como partidos que se dicen de Estado, es facilitar la investidura, no bloquear y garantizar una cierta estabilidad al Gobierno de España”. Una idea rescatada de momentos anteriores a estos contactos PSOE-Podemos.

    En Podemos están convencidos de que en cualquier momento los socialistas pueden “darnos con la puerta en las narices” y apoyarse en Ciudadanos

    Sánchez realizó estas declaraciones en Bruselas, donde asistió al Consejo Europeo, con la referencia clara a la necesidad de evitar una repetición electoral. A pesar de esta apelación a la abstención de Ciudadanos o PP en una posible investidura, el presidente del Gobierno todavía nombra a Unidas Podemos como su socio prioritario.

    Entretanto, en Podemos subrayan que, independientemente de la cuestión de puestos en el Consejo de Ministros o fuera de él, los acuerdos programáticos serán igualmente importantes. Entre ellos han citado, por ejemplo, una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1.200 euros.

    La cuestión estriba ahora en que, aun sin llegar al extremo de considerar que Pedro Sánchez haya mentido a Pablo Iglesias, en Podemos están convencidos de que en cualquier momento los socialistas pueden “darnos con la puerta en las narices” y apoyarse en Ciudadanos.

    Evitar hablar de negociaciones rebaja la tensión de las condiciones impuestas por Carmen Calvo. El hecho de hacerlas públicas en declaraciones a la prensa no fueron tampoco bien recibidas desde Podemos. De poco ha servido que la vicepresidenta del Gobierno hiciera notar que la elección de las personas para los puestos en negociación fuera del Consejo de Ministros estaría sólo en manos de Unidas Podemos, sin que los nombres puedan estar determinados por los socialistas.

    Lo más llamativo de este enfriamiento en cuanto a los contactos o negociaciones (según lo quieran mirar las partes) entre Iglesias y Sánchez es que se produce coincidiendo con acuerdos que han llevado a la formación de gobiernos en la Comunidad Valenciana, Bareales, La Rioja y, el último de ellos, en Canarias. Este en concreto el mismo día en que parecía que Sánchez giraba la vista hacia Ciudadanos en el tablero nacional.