Las negociaciones continúan abiertas y más tensas que nunca en el Ayuntamiento de Madrid. Aparentemente Vox se queda fuera de las concejalías de gobierno y solo un buen premio de consolación podría hacer que los de Santiago Abascal confiaran otra vez en su hasta ahora socio predilecto: el Partido Popular.
Las opciones que se bajaran desde círculos próximos a ambos partidos apuntan directamente a la gestión de las empresas municipales que dependen del Ayuntamiento, así como de algunas concejalías de distrito. Vox podría aceptar este intercambio y rebajar sus exigencias de pertenecer al equipo de la Junta de Gobierno.
El nuevo alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, continúa sus reuniones y negociaciones con el representante municipal de Vox, Javier Ortega Smith, aunque de momento el partido de ultraderecha sigue insistiendo en el incumplimiento del acuerdo que firmaron con los populares. En ese documento, según apuntan desde Vox, se acordó el reparto de carteras, pero tras publicar el listado de concejales, cinco han sido para el PP, cuatro para Ciudadanos y Vox no ha obtenido ninguna.
La prioridad de los populares en este momento es renegociar dicho acuerdo e intentar que Vox acepte solo entrar en las concejalías de distrito y en el equipo de alguna de las empresas que ahora están en manos del PP en la capital. Si esto no ocurriera, la gobernabilidad de la comunidad de Madrid estaría en peligro.
LAS POSIBLES EMPRESAS PARA VOX
El Partido Popular ha obtenido algunas de las concejalías que controlan las empresas más codiciadas de la capital. La primera de ellas es la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), que depende de la cartera de Medioambiente y Movilidad, encabezada por el popular Borja Carabante.
La EMT es la encargada de gestionar la flota de autobuses públicos de la ciudad y tiene un gran peso dentro de la economía del Ayuntamiento madrileño. De esta misma concejalía también depende la sociedad mixta Madrid Calle 30, que se ocupa del mantenimiento y control de la M-30.
De los populares también depende la cartera de Cultura, Turismo y Deporte. En manos de Andrea Levy queda esta concejalía que controla la empresa Destino Cultura, Turismo y Negocio. La entidad pública se dedica a la gestión cultural, turística y de espacios y eventos. Un organismo interesante dada la cantidad de ofertas de este tipo de servicios que se presentan en la ciudad de Madrid.
La empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid (SFM) también podría ser una buena opción para dar responsabilidad a Vox. La concejalía de Portavoz, Seguridad y Emergencias, en manos de la popular Inmaculada Sanz Otero, es la que se ocupa de designar y gestionar este organismo. Entre los lugares que controla la SFM se encuentran el Tanatorio de la M-30, el más famoso de Madrid, y el del Sur. También se ocupa de varios crematorios y un total de catorce cementerios, entre ellos el de la Almudena.
Además de estas cuatro empresas municipales, también hay otros organismos autónomos en los que Vox podría ocupar algún cargo. Madrid Salud, encargada de las políticas municipales en materia de Salud Pública y Drogodependencia, es una de ellas. Otros serían el Organismo Autónomo Agencia Tributaria Madrid, IFEMA o la Empresa Mixta Club de Campo Villa de Madrid.
METRO, LA LLAVE DE LA COMUNIDAD DE MADRID
La otra empresa que podría ser esencial para las negociaciones entre Vox y el Partido Popular es Metro de Madrid. La entidad no pertenece al Ayuntamiento, sino a la comunidad, pero los populares podrían usarla para desbloquear las relaciones autonómicas. El futuro de la presidencia de la Comunidad todavía no está decidido y Vox es una pieza clave, como reconocen desde fuentes populares.
Tras conocerse la noticia de que Vox no tenía concejalías en el Ayuntamiento, la representante del partido en la comunidad, Rocío Monasterio, anunció la paralización de las relaciones con el PP. Monasterio incluso llegó a amenazar a los populares con enseñar el documento que firmaron, ya que Martínez-Almeida negaba que se hubieran saltado el acuerdo al tomar esa decisión.
El principal objetivo del Partido Popular ahora es alcanzar un acuerdo de gobernabilidad estable y que garantice el futuro autonómico. En el caso de Metro de Madrid, como en el resto de empresas municipales, el PP podría colocar a miembros de Vox al frente de puestos en la dirección o departamentos importantes de estas organizaciones con el objetivo de seguir contando con el apoyo del partido de ultraderecha. Por su parte, Vox podría aprovechar esta vía de escape y exigir ocupar cargos relevantes a cambio de ceder en su pretensión de conseguir concejalías.