El 28-A el PSOE logró una victoria histórica en Galicia que no fue valorada en su justa medida por Alberto Núñez Feijóo, que miró con arrogancia a Pablo Casado y afirmó que «después de las elecciones municipales tenemos que hablar».
Pero llegó el 26-M y Casado salvó el match ball en la capital mientras el PP gallego obtenía su peor resultado histórico en unas municipales y sufría el plan de Feijóo: la marginación de Ciudadanos y Vox dejaba a los candidatos populares sin posibles aliados y las principales alcaldías seguían manos del centro-izquierda.
El «aquí no hay sitio para Vox» de Feijóo resultaba problemático para Casado, que no quiere abrir una batalla interna con su barón más emblemático. Aun así se acerca 2020 y el crecimiento del PSdG y del BNG pueden complicarle la vida al PP gallego, que está en caída libre.
FEIJÓO SIGUE CERRANDO LA PUERTA A VOX Y A CS
El presidente de la Xunta ha explicado que «en Galicia la única alternativa a un Gobierno popular es un Gobierno de Marea, PSOE y BNG, no hay otra. Los gobiernos de Marea los conocemos. Ahora el Partido Socialista se avergüenza del Gobierno de las mareas y quiere derrocarlo cuando fue el aliado del PSOE y cuando sabe que no va a poder gobernar sin el apoyo de las mareas.
Alberto Núñez Feijóo cree que «la única alternativa que tienen hoy los gallegos para que no sigan gobernando los que han gobernado últimamente es el Partido Popular de Galicia». El barón, dolorido tras el 26-M, ha denunciado que el PP sufre una especie de «pacto del Tinell» en su tierra y afirma que «la prioridad política en este momento no es reformar la Constitución, es reformar la ley electoral».
El presidente autonómico, en contra del nuevo criterio de Génova 13, pide que gobierne la lista más votada. Está claro que ya piensa en 2020 después de que Pablo Casado haya dejado claro que no está dispuesto a hacerse a un lado a pesar de la debacle de las generales.
Feijóo, con la mirada continuamente puesta en Madrid, ha abierto un periodo de reflexión antes de anunciar si repite como candidato. La falta de implantación de Ciudadanos y Vox y la crisis del espacio de las ‘Mareas’, abierto en tres (Podemos, En Marea y Anova), puede compensar el crecimiento de los socialistas gallegos y del BNG.
FEIJÓO SE ACUERDA DE RIVERA
Tras las elecciones Feijóo se ha acordado de Albert Rivera: «O gobierna con los socialistas y cometen un fraude electoral, porque siempre han dicho que en ningún caso gobernarían con el partido de Pedro Sánchez, o la única alternativa es gobernar con el PP, cuando no se sume pedir apoyos puntuales al partido Vox».
El presidente es partidario de que Vox no entre a los gobiernos autonómicos: «Es mi opinión desde Galicia, pero he de respetar las propuestas, estrategias y necesidades en cada territorio». Feijóo también ha admitido que él lo tiene más fácil con el partido de Abascal, que no cuenta con ni un solo concejal en el noroeste español.
Tampoco cuenta con una implantación de garantías Ciudadanos, que en 2016 no logró ni un solo diputado en las autonómicas de la mano de la periodista Cristina Losada, colaboradora de Libertad Digital.
GONZALO CABALLERO, LA ALTERNATIVA A FEIJÓO
El ‘sanchista’ Gonzalo Caballero prepara su ingreso en el Parlamento gallego veinte meses después de ganar las primarias socialistas. El sobrino del emblemático Abel Caballero, alcalde de Vigo, ha dejado correr el tiempo para cerrar su etapa como profesor universitario, aunque desde las filas del PP le achacan que no se atreve a debatir contra Feijóo.
El líder socialista se muestra confiado tras los dos grandes resultados que han logrado en las dos últimas citas electorales: «En las elecciones generales, por primera vez en la historia de la autonomía gallega, los socialistas hemos sido la primera fuerza política del país. El PP ha recibido un varapalo sin precedentes en estas tres convocatorias».
«Feijóo ha contemplado cómo la derecha gallega se hundía a sus mínimos históricos e intentó presentar las municipales como una segunda vuelta para recuperarse de las generales. Pero cuando vieron los resultados, volvieron a ser conscientes del cambio de ciclo: el PSdeG vuelve a tener medio millón de votos, gana con claridad las elecciones europeas en Galicia y tiene un empate técnico con el PP en las municipales», explica.
Estos datos, según Gonzalo Caballero, marcan «un nuevo tiempo político, la mayoría social de Galicia está en la izquierda, el estereotipo de la Galicia de derechas ha pasado a la historia y el PP sabe que después de diez años de Feijóo en la Xunta, su ciclo político ha terminado».