sábado, 23 noviembre 2024

Las ciudades en las que el PSOE quiere gobernar con Ciudadanos

  • Los socialistas de Jaén están dispuestos a formar gobierno con Cs
  • En Granada, el PSOE reconoce que tampoco le importaría pactar
  • Desde el partido liderado por Albert Rivera prefieren guardar silencio
  • El PSOE ya no se esconde. Quieren tener como aliados a Ciudadanos para formar gobiernos y evitar otras alternativas, como las que ofrece del tripartito. En localidades como Jaén, Granada, Ciudad Real, Burgos o Zaragoza, los números entre socialistas y Cs suman para garantizar una mayoría absoluta. La voz ahora la tiene la formación naranja.

    La comisión de pactos que el partido de Albert Rivera lanzó el día después de las elecciones está barajando estas posibles opciones. Un veredicto que tiene en vilo a varias alcaldías y que previsiblemente no se conocerá hasta la semana que viene, cuando los ánimos de la resaca post-electoral estén más calmados.

    JAÉN DICE “SÍ” A UN GOBIERNO DE COALICIÓN

    El Ayuntamiento de Jaén es una de esas ciudades que necesita llegar a un acuerdo. El Partido Popular, que actualmente dirige la localidad, ha obtenido en las elecciones del 26-M uno de los peores resultados de su historia al solo conseguir 8 ediles. Un cifra que ha sido muy diferente en las filas socialistas, que han vuelto a ganar unos comicios desde finales de los años 80.

    Un resultado en las urnas que el PSOE de Jaén, en declaraciones a MONCLOA.COM, interpreta como una noticia muy positiva para la ciudad y, sobre todo, como “un claro mensaje de la ciudadanía” para evitar un nuevo mandato del actual alcalde y senador popular, Francisco Javier Márquez.

    Los socialistas creen que “hay dos partidos que suman” en referencia a Cs y PSOE, mientras que “hay otro que resta” en clara alusión al Partido Popular, por lo que ven necesario alcanzar un acuerdo con la formación naranja que garantice el cambio de color en el consistorio. El candidato socialista, Julio Millán, confía en que este entendimiento se haga realidad y se ha puesto a disposición de la candidata de Cs, María Cantos, para sentarse a dialogar lo antes posible.

    LOS SOCIALISTAS DE GRANADA NO CIERRAN LA PUERTA A CS

    A la espera de la decisión del comité de pactos de Ciudadanos también está el Ayuntamiento de Granada. Los socialistas, que han ganado las elecciones después de 32 años de hegemonía popular, quieren revalidar su mandato a toda costa. Dirigen la capital andaluza desde el año 2016, cuando el entonces alcalde popular José Torres Hurtado se vio obligado a presentar su dimisión tras ser detenido por una presunta trama corrupta.

    Juanjo Ibáñez, jefe de Gabinete de Alcaldía en el Ayuntamiento de Granada, afirma en una entrevista a este medio que el principal objetivo de la agrupación municipal socialista es formar un gobierno en solitario. No obstante, reconoce que tampoco les disgusta la idea de llegar a acuerdos de gobernabilidad con Ciudadanos en caso de que fuera necesario.

    Los socialistas granadinos han presentado a todos los partidos que han obtenido representación en estas elecciones, menos a Vox, un documento con 11 puntos claves para negociar un gobierno estable. Ibáñez sostiene que con Cs “coinciden en espíritu” con varios puntos del programa, por lo que esperan alimentar una buena relación en las reuniones venideras. Su objetivo es que el próximo 15 de junio Paco Cuenca vuelva a ser investido alcalde de la ciudad.

    El caso de Granada y Jaén podría ser el de otras ciudades donde los resultados auguran un futuro similar. Por ejemplo, en Ciudad Real el escenario es muy parecido. El PSOE, al igual que en los casos anteriores, ha ganado las elecciones con 10 ediles pero no llega a la mayoría absoluta, situada en 13. Los tres concejales de Cs podrían darle el respaldo que necesitan, aunque la formación naranja también podría optar por un gobierno en coalición con PP y Vox. Un horizonte que se repite en otros territorios de la geografía española como son Badajoz, Cáceres, Huesca, Zaragoza o Burgos.

    CIUDADANOS, ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

    El PSOE ya ha tendido la mano a la formación naranja y ahora les toca a ellos decidir. La opción de salir de su “zona de confort” y pensar en pactar nuevamente con el PSOE, como ya hicieron en la Administración andaluza, está sobre la mesa. Las presiones al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para que cambie su postura y se abra a otras alternativas le vienen desde muy diversos sectores.

    El ala más progresista del partido se decanta por un acercamiento a los socialistas. Las elecciones del 26-M han mostrado una diferencia más notable entre PP y Ciudadanos, ya que este último ha crecido en muchos territorios mientras que los populares han perdido apoyos. Estos resultados colocan a Cs en una posición más centrista que le permite decidir su futuro y no reducirse exclusivamente a pactos con el PP, su socio preferente hasta el momento.

    En el otro lado de la balanza se encuentra el PSOE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha dudado en pedir a Rivera que reconsidere acabar con el veto que le pusieron en las elecciones generales. Ahora son los partidos de algunas ciudades de España los que piden responsabilidad política a Cs e insisten en que apoye la lista socialista.

    Las presiones a Rivera también le llegan desde el exterior, concretamente sobre su relación con Vox. Su aliado europeo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, le ha sugerido que por el bien de su relación no pacte con la ultraderecha. Una idea que también comparte el candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, quien cada día parece distanciarse un poco más de Ciudadanos.

    Por su parte Vox, el otro gran protagonista de esta amalgama de pactos, le ha puesto condiciones a Rivera: si quieren contar con su apoyo tienen que sentarse a hablar. Una petición que el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ya ha declinado e insiste en que su formación está muy alejada del partido de Santiago Abascal. 

    Esta afirmación, la de no reunirse con Vox, acerca un poco más a Cs a los socialistas. Un acercamiento que puede comenzar por los consistorios municipales y que incluso podría repercutir en la situación a nivel nacional.