sábado, 23 noviembre 2024

Vox también lleva a Franco a dar guerra en las municipales

  • Juan Antonio Morales protagonizó la última y enésima exaltación a Francisco Franco
  • Juan Pozo, colega de partido y de andaduras de Morales, destinó 20.000 euros a luchar contra la Ley de Memoria Histórica
  • Jueces, exmilitares o afines a la Fundación Francisco Franco, incluidos en sus listas
  • La relación de Vox con Franco ha resultado un asunto recurrente en esta campaña electoral, como lo fue también en la de las generales. Varios candidatos del partido de Santiago Abascal han loado la figura del dictador, sin que las críticas que recibieron hayan hecho mella.

    La última de las salidas de tono se produjo el martes por parte de Juan Antonio Morales, cabeza de lista de Extremadura, cuando se celebraba el debate de la región. Ocurrió con la excusa de evidenciar lo desfasada que estaba la memoria histórica.

    “En la historia de España hubo un gobernante que expropió más de 225.000 hectáreas a Extremadura; creó 65 pueblos y benefició a más de 16.000 familias” dijo Morales en alusión al dictador, del que continuó diciendo que “también creó la mayor reserva de agua de toda España en un plan de desarrollo industrial sin precedentes en la historia de nuestra Comunidad Autónoma”. Morales concluyó asegurando que “lo que acabo de decir está penalizado en la ley infame de memoria histórica que se ha promulgado aquí”.

    La apología franquista de Morales, ex concejal del Partido Popular por Badajoz hasta julio del año pasado, viene de lejos. La admiración hacia el Generalísimo es tal que, en 2016, fue premiado con el diploma “Caballero de Honor” otorgado anualmente por la Fundación Francisco Franco debido a su “labor en la defensa de la verdad histórica y de la memoria del Caudillo y su gran obra”.

    Concretamente, el galardón le fue concedido por la lucha política que mantuvo contra el Presidente de la Diputación Provincial de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo Miranda, y el Partido Socialista, ambos empecinados en eliminar cualquier vestigio del dictador en Extremadura. Su posición no le supuso ninguna consecuencia dentro del PP, sólo hubo un intento de reprobación frustrado durante una sesión plenaria de la Asamblea de Extremadura.

    ANTONIO POZO Y GUADIANA DEL CAUDILLO

    Trayectoria idéntica siguió Antonio Pozo, quien dejó de la mano de Morales el Partido Popular de Extremadura y su puesto de alcalde en Guadiana del Caudillo (provincia de Badajoz). Como el primero, este también recibió el premio de “Caballero de honor” en 2016 concedido por la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) por las mismas causas.

    En su alegato de agradecimiento, Pozo fue mucho más crudo y adulador de Franco que Morales, al decir que, mientras él estuviese encargado de Guadiana, “nadie borrará la historia de su pueblo, por lo que conservará su denominación, aunque incumpla la Ley de Memoria Histórica”. La lucha para abolir la polémica ley llevó a Antonio Pozo a que el Ayuntamiento, durante su etapa , gastara más de 20.000 euros en preservar los vestigios franquistas.

    El exnúmero dos por Barcelona y actual candidato a la alcaldía de Pozuelo de Alarcón, el pueblo con mayor renta per cápita de España, tiene un curioso historial vinculado con la defensa de Franco. En 2016, por ejemplo, se le pudo ver merodeando por las inmediaciones de la Iglesia de Santiago, donde tuvo lugar una misa en honor al dictador ferrolano, y en la que al final se entonó el ‘Cara al sol’ con el brazo en alto.

    Recientemente ha ejercido de defensor de la familia Franco en un pleito contra el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, en el que se reclamaba la propiedad pública de las estatuas de Isaac y Mateo provienen del Pórtico de la Gloria de la catedral de la ciudad. El resultado del pleito fue positivo para los intereses de la familia, pues el Juzgado número 41 de la Comunidad de Madrid desestimó las demandas del Ayuntamiento.

    AGUSTIN ROSETY: EXALTACIÓN DE FRANCO POR ESCRITO

    Entre el grueso de defensores de Francisco Franco pertenecientes a la agrupación liderada por Santiago Abascal, se encuentra Agustín Rosety Fernández, otrora general de brigada de Infantería de Marina. El cabeza de lista por Cádiz en las generales firmó un manifiesto –junto con otros 180 militares— el 31 de julio del curso pasado, después de que el Gobierno iniciara los trámites para exhumar el cadáver embalsamado del dictador.

    Bajo el nombre de “Declaración de respeto y desagravio al general Francisco Franco Bahamonde”, el escrito contenía una acérrima defensa a la memoria del dictador, al mismo tiempo que justificaba el levantamiento militar del 18 de julio de 1936. “Llegado ese momento (…) asumió la responsabilidad para ejercer el Mando único de la España agredida y asediada por el comunismo internacional aceptado”, afirmaba ese manifiesto. Al no estar en activo, el exmilitar no fue expedientado, como sí ocurrió con cinco de los firmantes del texto.

    PORTOMEÑE: CONTACTOS CON LA FUNDACIÓN FRANCISCO FRANCO

    Un mes antes de que se celebrasen las elecciones generales, en marzo de 2019, fue destituido fulminantemente de su cargo como presidente de la gestora provincial de Vox en León Carlos Portomeñe.

    En una conversación telefónica con José Carlos Rúa, secretario provincial del partido de extrema derecha en Vox, Portomeñe narraba orgulloso el apoyo de Jaime Alonso y, por ende, de la Fundación Nacional Francisco Franco: “He recibido la llamada del millón, me ha llamado Jaime Alonso, de la Fundación Francisco Franco, que es natural de León, y me ha dicho que está con nosotros absolutamente y que nos va ayudar”.

    Después de desatarse el escándalo, los de Abascal decidieron sustituir el Comité Ejecutivo Presidencial por una Comisión Gestora Provincial en la que, aquí viene lo contradictorio, figuraba como presidente el propio Portomeñe.