El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha defendido que los diputados de Vox intentarán acallar a base de golpes y «manotazos» en los escaños a los independentistas en el Congreso. Abascal reconoce que se trataba de para impedir que escucharan las «monsergas» de los parlamentarios en prisión preventiva por el ‘procés’, y ha dicho que la cámara baja parecía «una cueva de forajidos».
En relación a la diversidad de fórmulas de acatamiento de la Constitución exhibida en la sesión constitutiva del Congreso celebrada ayer, Abascal ha censurado que los presos del ‘Procés’ han utilizado el Congreso para hacer una «apología del golpe de estado que fue el 1-O», pues «en vez de acatar la Constitución se han dedicado a atacarla», a «jurar que están dispuestos a romper la convivencia» entre españoles.
Abascal defiende que se refuerce el Estado de Derecho y el orden constitucional
El líder de Vox se ha mostrado especialmente crítico con la «complicidad» de la presidenta de la cámara, Meritxell Batet. Precisamente la inacción de Batet ha servido a Abascal para justificar que, en el momento de la toma de posesión de los golpistas, los diputados de Vox optaran por «los golpes» a sus escaños.
Ante esta situación, Abascal ha señalado que hay que reforzar el Estado de Derecho y el orden constitucional para que esté al «servicio de los leales» a España y no facilitar las cosas a los traidores, a los corruptos y a los políticos que siéndolo han cometido los peores delitos que se pueden cometer».
IRONÍA Y BROMAS EN EL PRIMER DÍA EN EL CONGRESO
No obstante, Abascal ha tirado de ironía para relatar escenas «simpáticas» para señalar que, como representan a la «España que madruga», se han presentado en el Congreso «cuando no había nadie» y han ocupado escaños en los que tradicionalmente se sientan los socialistas. «No nos quieren ver, pues hoy se van a hartar de vernos», ha lanzado el líder de Vox ante los aplausos de sus simpatizantes, en un acto de campaña en Valdemoro.
Además, ha relatado que se le acercó esta mañana el diputado del PSOE Rafael Simancas para preguntarle si «esto iba a ser así siempre» que esos eran sitios que suelen corresponde a los socialistas, ante lo cual ha replicado que «se han hecho un poco los tontos» y que pensaban que «eran los del PP». «Les hemos comido la tostada», ha relatado con humor para bromear con que «nunca había visto a los socialistas defender tanto las tradiciones y la propiedad privada».
Luego, y tras afirmar que algunos piensan que el Congreso es su «cortijo», ha proseguido con las anécdotas al decir que el diputado José Zaragoza, ante esta situación», se ha «lanzado en plancha» a ocupar el sitio en el que había estado Javier Ortega Smith y que, pese a ciertos momentos de tensión, le ha dado bastante «charla». «Me he sentado en el sitio que era de Felipe González, qué sacrilegio», ha espetado.
Pese a esas bromas, Abascal ha asegurado que la entrada de Vox en la cámara baja es un «gran triunfo» porque para ellos es un «altísimo honor» representar esa «ilusión y gigantesca esperanza» que ha despertado Vox.
LA TRIBUNA DEL CONGRESO
Tras enfatizar que el 28 de abril su partido logró una «gran victoria», ha cargado contra la «manipulación» y «distorsión» que sufre el mensaje de Vox en medios y, por parte, de otras fuerzas políticas, algo que ahora va a ser «más difícil» porque «va a llegar con nitidez» su discurso a los ciudadanos.
En este sentido, ha dicho que no importa tanto los «escaños» como la «tribuna del Congreso y que allí van a decir «alto y claro» que «la unidad de España ni se discute ni se negocia, que se defiende con toda sus consecuencias» y que los partidos que no cumplen con la constitución deben ser expulsados.
«Les sacaremos las vergüenzas en el Congreso. Defenderemos la libertad frente a la deriva liberticida de los progres y la izquierda», ha subrayado Abascal para indicar que los españoles verán «un grupo de parlamentarios que plantan pie en pared y dicen lo que nunca nadie ha dicho en el Congreso».