Javier Ortega Smith, secretario general de Vox y mano derecha de su líder, Santiago Abascal, es considerado por este un “ejemplo legionario”, “hombre de choque”. Fue su abogado personal contra simpatizantes de batasuna y repartió banderas de España a las puertas del Camp Nou, según revela el propio Abascal en un libro.
Ortega, candidato de Vox a la alcaldía de Madrid, se ha sacudido de encima la noticia que he descubierto que publicó en 1989 un artículo en el que ensalzaba al líder de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, y otros destacados líderes de esta formación, según publicó La Marea. El secretario general de Vox cuestionó tras la publicación de la noticia “el interés que puede tener para los ciudadanos algo que ha comentado hace 30 años”. Además, explicó que se tiene que “poder estudiar sin complejos” a personajes históricos.
Sin embargo, posteriormente el mismo medio publicó una alocución de noviembre del año pasado en una cena con simpatizantes del partido en el que calificaba a Jose Antonio Primo de Rivera como “un magnífico patriota, un gran ideólogo político” para añadir “que se enfrentó, como nos estamos enfrentando todos, a los enemigos de la patria”.
El presidente de Vox conoció a Ortega Smith en una edición de los premios Españoles Ejemplares de la Fundación Denaes para la Defensa de la Nación Española, según cuenta en su libro “No me rindo”. Abascal destaca de Ortega que, junto con sus compañeros del servicio militar en los boinas verdes, las conocidas como Coes (Compañía de Operaciones Especiales) viajaron a Euskadi durante años y hacían de interventores del PP. Trataban con ello de “echar una mano a Icíar Lamarain, concejal del PP en Mondragón”, según relata el propio Abascal.
El líder de Vox destaca que no sabe si entonces Ortega Smith y sus compañeros eran afiliados o votantes del PP, pero asegura que “lo hacían por España”. Abascal relata que el lema de Ortega era “Por España, un paso al frente”, con el que firma sus correos, y aun hoy incorpora a su perfil de Instagram.
Abascal llama a Ortega y sus compañeros “la auténtica cooperativa Mondragón” y relata que todos ingresaron en Denaes. También destaca su labor como responsable jurídico de esta entidad, desde donde trabajó en asuntos como recurrir la negativa a registrar el nombre de la fundación porque “Defensa de la Nación Española” se confundía con la defensa militar de España. También con la presentación de diferentes querellas. Ortega ha adquirido especial relevancia como abogado de la acusación popular, que ejerce Vox, en el juicio de los protagonistas del proceso independentista catalán.
La estrecha relación entre Abascal y Ortega también se ha fraguado en el terreno judicial, ya que este último fue su abogado (el PP no le puso uno, según Abascal) en el juicio contra los simpatizantes de Batasuna que reventaron la toma de posesión de tres concejales del PP en Llodio, entre ellos el mismo Abascal, todavía en las filas de este partido, y en el que resultaron heridos.
ORTEGA SMITH Y BATASUNA
El líder de Vox lanza elogios a su actual mano derecha por su papel en este asunto: “Fue un placer ver a este exboina verde que ahora viste toga derrotar con argumentos jurídicos a la banda, a cuyos miembros no dudaría en retar en cualquier otro campo, siempre que se atrevieran a ir contra él de frente y no por la espalda, cosa que dudo”, rememora Abascal en su libro.
En esas líneas descubre que Ortega también se ha encargado de organizar los dispositivos de seguridad de los actos de Vox y que es experto en artes marciales. Abascal sostiene que su secretario general es la excepción a la regla que dice que quien mucho abarca poco aprieta y, además, desvela que la puntualidad no es su fuerte: “Contra pronóstico, a todo llega; cinco minutos tarde, pero llega”, dice de él Abascal, aunque lo justifica por las horas que dedica a su actividad política que resta de la que debe dedicar a su profesión de abogado.
Javier Ortega tiene una bandera española en la terraza de su ático, pero también una argentina, más pequeña. Ortega, del que se conoce la acción de colocar una bandera española en Gibraltar, añade el grito de “Malvinas argentinas” al de “Gibraltar español”, según cuenta Abascal.
Abascal también destaca de la actividad de Ortega como letrado su querella por injurias al Jefe del Estado, ultraje a España e incitación al odio por los silbidos en la final de la copa del rey de Mestalla, a pesar de que no fue admitida a trámite. También que fue uno de los que repartió banderas de España en la final de la copa del rey de 2010 a las puertas del Camp Nou.
Javier Ortega fue también el autor de la frase que convenció al seleccionador nacional Vicente del Bosque para que recibiera el premio de Español Ejemplar de la fundación Danaes. Ante las dudas de que lo aceptara, Ortega le convenció recordándole un premio que sí había recogido: “No me diga, don Vicente, que acepta usted ser Nabo de Oro y no Español Ejemplar”, le dijo.