El empresario Adrián de la Joya es uno de los últimos detenidos, y posteriormente puesto en libertad bajo fianza, en la investigación contra el comisario José Manuel Villarejo. Pero no es el único caso en que está envuelto. Además de Villarejo, en su historia aparecen los nombres del yerno del constructor Villar Mir, del expresidente madrileño Ignacio González, del cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa y hasta del yerno de Aznar, Alejandro Agag.
Su nombre está conectado con casos de corrupción como Gürtel y Lezo, y entre sus relaciones se encuentra Abdul Rahman El Assir, un experto comisionista del mercado de armamento.
Las detenciones, practicadas esta semana a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, se realizaron dentro de la pieza separada Pit que lleva a cabo el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, en el que se investiga los presuntos amaños para evitar la extradición a Guatemala del empresario Ángel Pérez Maura gracias a los servicios de Villarejo.
La detención culmina un proceso en el que De la Joya se ha visto salpicado por diversos casos de corrupción, desde Gürtel a Lezo. Adrián de la Joya es conocido en el mundillo de la alta sociedad debido a su matrimonio con Cristina Fernández Longoria, lo que le conecta, con el poderoso empresario libanés El Assir.
Entre sus amigos se encontraba el yerno del constructor Juan Miguel Villar Mir, de OHL. Ambos mantienen una relación personal desde que eran pequeños, cuando eran vecinos en Aravaca (Madrid). Esta relación se transformó en alguna otra de negocios muchos años después con OHL, donde López Madrid llegó a ser consejero delegado.
EL MANGANESO DE ADRIÁN DE LA JOYA
Unos negocios en minas africanas pusieron en contacto a la empresa de Villar Mir con Adrián de la Joya. La amistad que mantuvieron López Madrid y De la Joya entró en crisis cuando este último dijo en un juzgado que había participado como intermediario en unos fondos enviados por López Madrid al que fuera presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Según López Madrid, De la Joya trabajó con OHL en una empresa dedicada a la búsqueda de manganeso en varios países. Esta relación contiene una clave, ya que el dinero presuntamente enviado para transferir al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se lo quedó De La Joya, con el argumento de que había una deuda pendiente con él. López Madrid desmintió en su momento esta versión de Adrián de la Joya cuya lógica, además, afirmó que “se sostiene poco”, según explicó en la comisión parlamentaria sobre la presunta financiación ilegal del PP.
El mismo Juan Miguel Villar Mir, expresidente de OHL, en la misma comisión dijo: “creo que he visto una vez en mi vida a Adrián de la Joya”. Aun así, confirmó que fue Ferroaltlántica, una filial del Grupo Villar Mir, la que tenía gran interés en una mina de manganeso en Burkina Faso y que no consiguieron adquirirla. Según Villar Mir, el gobierno africano “debido recibir comisión o pagos de otro”. En todo caso, Villar Mir consideró que el pago de 1,4 millones de euros a Adrián de la Joya fue una “grave anomalía” y abrió una investigación interna.
Si esa comisión tiene que ver finalmente o no con la realidad y con el pago de una comisión millonaria a Ignacio González a cambio de la concesión del proyecto de ferrocarril de Navalcarnero está pendiente de la investigación del caso Lezo.
Además de de este caso y el que le ha llevado a ser detenido esta semana (la pieza Pit del caso Villarejo) es llamativo que muchos años antes salieran a la luz unos vídeos, publicados por la Cadena Ser, de un viaje de Ignacio González a Colombia, donde aparece acompañado del gerente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel, los dos principales protagonistas del que años después se conoció como el caso Lezo.
En el dosier que acompañaba a esa grabación se encontraba informe en el que se explicaba el contenido de la conversación que estaban grabando. En ella se citaba un banco Suizo, el Anglo Irish Bank y movimientos de fondos y cheques de Lauryn Group en Panamá.
El viaje es de 2008, la información fue publicada en 2009 y el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, mandó a González a prisión cuando estalló el caso Lezo en 2017. En conversaciones grabadas al expresidente madrileño este se quejó de que alguien se pudo quedar el dinero de una comisión.
En una cuenta de Lauryn Group, la misma empersa que se citó en el espionaje de Colombia, Adrián de la Joya recibió el pago de OHL que se investiga y del que Adrián de la Joya dice que es una comisión para González que él se quedó.
La identidad de este empresario también afloró en el caso Gürtel, en una de las intervenciones telefónicas realizadas por la policía. Adrián de la Joya hablaba en esta llamada con una de las personas más importantes de la trama liderada por Francisco Correa, concretamente con Pablo Crespo, que había sido secretario de organización del PP gallego. De la Joya pretendía hablar con el líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, pero este se encontraba en Colombia en ese momento (según le dijo Crespo), un país protagonista tanto de los negocios realizados por los protagonistas de este caso como el de Lezo.
No termina ahí la historia. Además, en unas anotaciones en una agenda de Pablo Crespo (caso Gürtel) éste apuntó: «A. de la Joya -24.000 euros». Si ahora Adrián de la Joya aparece relacionado con el comisario Villarejo hay que decir que este residía en Boadilla y que el padre de Adrián de la Joya fue concejal de urbanismo en esta ciudad.
También hay que recordar que Boadilla fue uno de los municipios con más actividad de la trama Gürtel, y que el comisario Villarejo se relacionaba con el alcalde, Arturo González Panero, el Albondiguilla, según los audios que publicó MONCLOA.COM. Según otras grabaciones publicadas por este medio, Villarejo interfirió en la investigación del caso Gürtel.
Para finalizar, Adrián de la Joya tiene una vinculación familiar con el libanés Abdul Rahman el Assir. La hermana de la mujer del español está casada con el empresario árabe. El libanés contrató durante un pequeño periodo de tiempo a Alejandro Agag, yerno del presidente del Gobierno, José María Aznar. Agag mantenía una relación fluida con el líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, a quien invitó a su boda y con el que se le pudo ver navegando juntos en el yate de este último.