Las escenas dolorosas se suceden entre quienes han formado parte del universo del PP de Madrid desde hace muchos años. Ver a Fernando Martínez Vidal tomar el camino de Vox junto a Henríquez de Luna ha sido un aldabonazo que va asociado a la escabechina que se ha producido en las listas a la Asamblea autonómica. “No hay renovación, hay venganza, porque la lista ha sido claramente organizada por los dos que llevan toda la vida, Pío García Escudero y Juan Carlos Vera. Sorprenden muchos nombres que están, casi más que los que no están.
Ya fue sorprendente la lista de Casado al Congreso por Madrid. Además de las necesidades de paridad en las mismas, ha llamado la atención que su propio jefe de Gabinete, Javier Fernández Lasquetty, aparezca en un lejano número 10, seguido de un peso pesado clásico, Carlos Aragonés, que fue jefe de Gabinete de José María Aznar en La Moncloa. Sobre todo, si se tienen en cuenta nombres que han demostrado poco peso político en los años que llevan en política.
Es el caso de María del Mar Blanco, cuyo aval político es el trágico asesinato de su hermano Miguel Ángel a manos de pistoleros de ETA. La política de Ermua no ha cuajado entre sus compañeros y muchas voces en el PP consideran que es un peaje a tiempos pasados en el partido. En ese sentido, el fallido fichaje de María Sangil demuestra que difícilmente Casado podrá combinar con sectores recalcitrantes que, ajustado a la realidad o no, se consideran liderados por Jaime Mayor Oreja.
Así las cosas, una mujer destacada con años de experiencia, ex jefa de Gabinete de Dolors Montserrat en Sanidad, Julieta de Micheo, se ve relegada al puesto 17. Según las encuestas, es difícil que sea una posición de salida. Micheo fue una estrecha colaboradora de Federico Trillo, tanto en el Congreso, como en Defensa, incuso en la Embajada de España en Londres. Va cuatro puestos después del torero Miguel Abellán.
UN PP IRRECONOCIBLE EN MADRID
Desde muchos sectores del PP de Madrid ha habido estupor con la lista a la Asamblea que encabezará Isabel Díaz Ayuso. El aparato de Madrid ha vendido esta lista como una renovación del 80%. La lectura en las diferentes sedes es que ha habido una purga aprovechando el vacío de poder desde la sede central del PP. La elaboración de la misma no se atribuye a Ayuso, poco asentada en el aparato, sino a tres hacedores desde las sombras.
En la lista sorprenden nombres, no falta el fichaje de una periodista (Almudena Negro), se ha decapitado a personas básicas en el funcionamiento del PP y aparecen determinados nombres con una vinculación casi íntima a pesos pesados del aparato y poca importancia política.
Si bien Pío García Escudero es, como presidente de la gestora –tras el fiasco de Cifuentes–, la cabeza visible, varias fuentes atribuyen a Juan Carlos Vera y David Erguido la autoría intelectual de esta lista.
Pocos consejeros sobreviven –Rollán y Jaime de los Santos como los más destacados, también Carlos Izquierdo– y desaparecen figuras como Ana Isabel Mariño o Gómez-Angulo. El ex alcalde de Getafe, senador y portavoz de Cultura del PP en el Senado, Juan Soler, ha sido desplazado a la posición 34.
Lo que pasa es que es difícil atribuir a una renovación la purga de tintes estalinistas que ha habido en el PP de Madrid. En posiciones notables hay figuras que hasta han estado imputadas en Gürtel, como Yolanda Estrada, pareja de Juan Carlos Vera, vicesecretario de Organización del PP. También está en posición destacada una veterana del ala de Mayor Oreja, Regina Otaola, ex alcaldesa de Lizarza.
Tampoco se ha comprendido bien el el PP de Madrid qué supone que aparezca en números altos Alicia Sánchez Camacho, barcelonesa, ex vicepresidenta del Congreso y con más bien escasa vinculación al partido en Madrid. En ese sentido, es sorprendente para analistas del PP que Andrea Levy tenga dos puestos de salida, en el Congreso por Madrid y como número dos de la candidatura de José Luis Martínez Almeyda. “Es una practica con la que se decidió acabar y no se entiende que se haga ahora con ella, por muy válida que sea”, afirma una fuente de la dirección del PP de Madrid.
Parte de responsabilidad en este malestar procede de la falta de liderazgo político y fortaleza de la corta presidencia de Ángel Garrido. El ya ex presidente de la Comunidad de Madrid –ha tenido que cesar para poder entrar en las listas– va a ser candidato al Parlamento Europeo, un retiro al que podrá ir con alguna persona cercana colaboradora, como parece su intención.
De los pocos no damnificados en este tsumani del PP está Antonio González Terol, que está en posición de salida al Congreso, donde esta legislatura ha sido ya diputado y portavoz de Defensa del grupo parlamentario. Terol quedó descartado como candidato a la Comunidad de Madrid tras un duro pulso con Garrido, del que salió la salomónica decisión de poner de cabeza de cartel a Díaz Ayuso.
La campaña por las autonómicas y locales está en calentamiento mientras la lucha es por las generales, pero muchas voces en el PP advierten de que Díaz Ayuso tendrá que elevar su tono y su convicción de aquí a las elecciones. Pocos ven un panorama con más de 50 diputados. El viento de las encuestas va en contra del PP, lo que hace que los puestos sean aún más justos. En tiempos de escasez, el dolor se hace más intenso.