El Partido Regionalista de Cantabria disfruta de su mejor estado de salud en sus cuarenta años de vida. Miguel Ángel Revilla, que aprovecha su un gran tirón mediático y dirige con personalismo la pequeña formación, intenta rentabilizar el momento con un nuevo intento de asalto político al Congreso.
La formación que gobierna Cantabria pretende aprovechar la brutal crisis interna que sacude a todos sus rivales políticos: en el PP dimitió Ruth Beitia y ha sido escogida María José Saenz de Buruaga, acusada de ganar unas primarias tras «pucherazo»; y en el PSOE sigue coleando un posible caso de corrupción relacionado con la consejería de Salud.
Podemos tampoco parece rehacerse de las denuncia por «acoso» entre compañeros; y Ciudadanos parece no encauzar su trayectoria pese al fichaje autonómico de Félix Álvarez, «Felisuco», acusado de adulterar el censo para controlar la federación naranja. Revilla, plácido ante tanta guerra externa, quiere pescar en este río revuelto… y también en el Congreso.
EL PÉSIMO RECUERDO DE 2011
El PRC ha decidido presentarse a las generales del 28-A pese a que su fracaso en las de 2011 casi acaba con la retirada de Revilla, que controlaba el Gobierno autonómico desde 2003 gracias a su pacto con los socialistas.
El presidente se puso en manos de Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación y CEO de Young&Rubicam. Y la cosa no pudo salir peor: en febrero de 2011 Revilla realizó su último cara a cara televisivo frente a Isabel Durán, a la que acusó de «encerrona» por recordar su pertenencia al Sindicato Vertical en 1973.
Durán recordó el discurso de Revilla en el tardofranquismo: «Tenemos que hacer comprender al mundo que el pensamiento Joseantoniano, adecuadamente actualizado, tiene plena vigencia en el contexto actual. Tenemos una ideología que siempre he pensado que era exportable en función naturalmente, de una actualización del pensamiento de José Antonio».
Revilla acusó a la periodista de servir a los intereses del candidato popular Ignacio Diego, que le arrebató el trono cántabro. El ya expresidente culpó al PSOE de la pérdida de poder y no a Puzzle Producciones, que se encargó de su campaña electoral tras facturar más de diez millones de euros del Gobierno cántabro entre 2003 y 2011.
Las generales tampoco fueron mejor: Revilla repitió como candidato y se llevó su segundo chasco en dos meses tras quedarse a un puñado de votos de emular a José Antonio Labordeta. Los 44.000 votos mejoraron los números del PRC en 1979, cuando se presentó al Senado, y de 1993, cuando fue quinta fuerza con solo 18.000. Pero aquello se asumió como un fracaso del que el partido no se rehízo hasta que en 2015 recuperó el poder autonómico.
EL PRC DE REVILLA LO VOLVERÁ A INTENTAR
Miguel Ángel Revilla está centrado en las autonómicas para ganar por primera vez. ¿A la décima irá la vencida? Antes llegarán las generales y el carismático líder ha escogido a un histórico del PRC para intentar conseguir el milagro.
José María Mazón, actual consejero de Obras Públicas y Vivienda del Gobierno de Cantabria, será el número uno de los regionalistas para el 28-A. El PRC le ha dado «libertad para que sea él quien conforme su equipo y proponga a las personas que le acompañarán» al Congreso y al Senado. Revilla, optimista, dice que esperan dos escaños en la Cámara Baja y uno en la Alta, pero un solo representante supondría una sorpresa.
Revilla afirma que Mazón es «el mejor candidato» para que «la voz de Cantabria se oiga por fin en Madrid. Ha llegado la hora de que los regionalistas reivindiquemos no sólo aquí sino también en las Cortes el pago de la deuda histórica y las necesidades de nuestra tierra reiteradamente ignoradas por los gobiernos de todos los signos políticos, y Mazón reúne todos los requisitos para encabezar este reto».
El líder del partido explica que su compañero «es un hombre preparado, tenaz y férreamente comprometido con los intereses de nuestra tierra, por lo que nadie mejor que él para convertirse en el primer diputado que peleará de verdad, y de forma totalmente independiente por todo aquello que necesita Cantabria».
Mazón, cargo público del PRC desde 1995, ha aceptado el envite: «Asumo este reto muy ilusionado y convencido de que, con el apoyo de un partido tan sólido y tan unido como el regionalista, vamos a conseguir que los cántabros tengan por fin un voto útil en Madrid, un voto que no estará nunca condicionado por los intereses de ningún partido político y que se deberá únicamente a los ciudadanos de esta tierra».
El PRC parte como gran favorito a las elecciones autonómicas pese a que el último sondeo publicado por Sigma-Dos en diciembre pronosticaba que el PP mantendría el primer puesto. Pero es evidente que la crisis interna de los populares tras la renuncia de Ruth Beitia no ayuda a que se mantengan las expectativas.