El diplomático venezolano Fernando Gerbasi tiene muchas posibilidades de convertirse en el primer embajador de Juan Guaidó en España, según fuentes de la oposición venezolana consultadas por MONCLOA.COM.
Gerbasi fue viceministro de Exteriores de su país entre 1992 y 1994 y cuenta con una dilatada trayectoria diplomática: fue embajador en Colombia, Brasil, ante la Unión Europea, Italia, Malta y ante la FAO, así como en la extinta República Democrática de Alemania (RDA) y ante los organismos de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza).
En diciembre de 2002, poco después del fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez, renunció a su condición de diplomático en activo. Próximo a Leopoldo López, en 2014 se exilió en España ante el clima de inseguridad que se vivía en Venezuela y la detención de su mentor político.
El nombramiento de Gerbasi tiene que ser consensuado por los partidos opositores al chavismo que controlan la Asamblea venezolana desde las elecciones de 2015. El hecho de que Guaidó sea del partido de López (Voluntad Popular) allana su nombramiento, que deberá ser comunicado al Gobierno español tras el reconocimiento del joven presidente de la Asamblea venezolana como presidente interino en sustitución de Nicolás Maduro. Se prevé que Madrid otorgue rápidamente el plácet al representante de Guaidó.
Gerbasi reúne, además, dos aspectos muy importantes para la nueva etapa diplomática que se abre ahora entre Venezuela y España: primero, su condición de diplomático de carrera y en segundo lugar, capacidad de interlocución con La Moncloa y el Ministerio de Asuntos Exteriores que dirige Josep Borrell, según las citadas fuentes.
Ambos aspectos no los tiene Antonio Ledezma, la figura más representativa del exilio venezolano en España y en el que muchos han pensado para desempeñar el cargo de primer embajador de la Venezuela posmadurista. El exalcalde de Caracas es un reconocido político pero sin experiencia en relaciones internacionales y, sobre todo, ha sido crítico con el Ejecutivo de Pedro Sánchez en los últimos meses, al tiempo que se ha significado en actos de PP y Ciudadanos.
Precisamente, Gerbasi coincidió este fin de semana una entrevista en la que subraya lo importante que es el reconocimiento de España a Guaidó, un hecho «casi decisivo» teniendo en cuenta «los vínculos históricos contemporáneos, en donde tras la guerra mundial llegaron alrededor de 250 mil españoles, encontrándose una tierra en la que, con su esfuerzo, contribuyeron a construir una Venezuela moderna, haciéndose más venezolanos que nosotros mismos».
Sin embargo, el exembajador critica que el Ejecutivo de Sánchez haya impulsado en la UE la creación de un grupo de contacto con otros países latinoamericanos para intentar mediar en Venezuela.
«Nosotros entendemos que es bastante enredado. Los venezolanos no estamos dispuestos a mantener ningún tipo de diálogo que mantenga a Maduro en el poder, ya que lo único posible, es como y cuando sale Maduro del poder. Hasta ahora todos los intentos de diálogo, solo han servido para evidenciar que el Gobierno no ha cumplido con los términos establecidos en cualquier conversación», subrayó.
Gerbasi también censura el papel moderador del expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien siempre le cayeron elogios del oficialismo. «Nosotros no juzgamos el papel del expresidente Rodríguez Zapatero, aunque pensamos que a pesar de que su actuación ha sido desde la buena fe, sin embargo, reconocemos que fracasó», indicó.
En su opinión, la labor de Zapatero no dio resultados «porque no se puede negociar con un gobierno dictatorial, corrupto, que ha asumido el poder para desfalcar a la República y que únicamente quieren mantenerse» en Caracas. «Tengo la impresión de que Rodríguez Zapatero nunca entendió eso», concluyó.
Sánchez, de manera coordinada con los Gobiernos de Francia, Alemania y Reino Unido, avanzó que España reconocería formalmente a Guaidó si Maduro no convocaba elecciones en un plazo de ocho días. Los cuatro países fueron un paso más allá que el conjunto de la UE, donde las reticencias de varios Estados miembros impidieron una posición conjunta en ese sentido.
«No buscamos poner o quitar gobiernos en Venezuela, queremos democracia y elecciones libres y transparentes con las garantías necesarias para que un Gobierno represente al pueblo venezolano», fueron las palabras de Sánchez.
Ahora, está por ver cómo se plasma este reconocimiento y en qué se traduce. Por el momento, Moncloa solo ha hecho saber que se hará de manera expresa y clara. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, no respondió el pasado viernes, en el Consejo de Ministros, a la pregunta de si el Ejecutivo aceptará a un nuevo embajador nombrado por Guaidó.
En línea con las posiciones expresadas por los gobiernos, se espera que España, Francia, Reino Unido y Alemania reconozcan a partir de este lunes a Guaidó. Portugal, Polonia, Bélgica y Países Bajos también se han sumado este ultimátum, aunque se espera que países de la UE también reconozcan a Guaidó, entre ellos Dinamarca, Austria y República Checa.
En cambio, Italia, Grecia, Chipre y Eslovaquia se encuentran entre los países que rechazan un reconocimiento explícito al presidente de la Asamblea, mientras que Luxemburgo ha insistido en la necesidad de sopesar «las consecuencias jurídicas» y Suecia ha descartado un reconocimiento expreso atendiendo al principio de que «se reconocen estados, no personalidades», han explicado a Europa Press varias fuentes diplomáticas. Hasta ahora, todos los países europeos se han acogido a este principio recogido en la llamada ‘doctrina Estrada’.
La alta representante de la UE, Federica Mogherini, dejó en manos de los Estados la cuestión del reconocimiento. El pleno de la Eurocámara reconoció a Guaidó el pasado jueves como presidente interino «legítimo» de Venezuela en una propuesta consensuada por los grupos popular, socialista, conservador y liberal, que salió adelante por 439 votos a favor, 104 en contra -entre ellos los de IU, Podemos y ERC- y 88 abstenciones.