BBVA conoció el detalle de una serie de llamadas realizadas por el expresidente de Endesa, Manuel Pizarro, según los informes que realizó el comisario José Manuel Villarejo. En esos documentos se analiza el tráfico de llamadas con un senador y con César Alierta, expresidente de Altadis; Jaime Caruana, exgobernador del Banco de España; el abogado Luis Cremades y hasta con el propio Francisco González.
Estos detalles se encuentran dentro de un documento en el que se repasa la vida profesional de Manuel Pizarro. El trabajo de Villarejo se produjo para controlar y torpedear la operación capitaneada por la constructora Sacyr para hacerse con el control del BBVA, presidido por Francisco González.
Un primer informe analiza diez llamadas del mes de septiembre de 2004. Esto significa que fueron anteriores al comienzo del trabajo de Villarejo para el banco, aunque se incluyen en un documento fechado el 20 de noviembre de ese mismo año. Al final de la relación de las llamadas, en las que no aparece ningún número, el comisario anotó “Información obtenida”.
La relación de llamadas contiene el día en que se realizó, la hora y su duración, desde la que duró dieciséis segundos a la que no llegó a alcanzar los seis minutos. Del análisis de las mismas, el informe saca como conclusión que es “sin duda una relación estable” y que posiblemente sólo se mantenga por teléfono.
Para llegar a esa conclusión, el informe valora que más de la mitad de las llamadas “tienen una duración suficiente para permitir el desarrollo y seguimiento de asuntos”. La persona que realiza el análisis considera que el hecho de que las llamadas se realicen a primera y última hora de la mañana es porque se supone que “el que llama encuentra la tranquilidad y confidencialidad necesarias”.
La relación de llamadas reflejada en el informe es de comunicaciones matutinas, aunque es posible que el control fuera durante todo el día, porque en el informe se indica “nada por las tardes” y también que “las de por la tarde puede ser desde una empresa”.
Para acercarse al nivel de amistad o relación entre los interlocutores, el informe elucubra que “el actor de las llamadas tiene que haber recibido llamada previa o conocer muy bien los horarios de BB (clave por la que se identifica a Manuel Pizarro en los informes del comisario Villarejo) para localizarle a media mañana o la una de la tarde, pues son horas en que lo normal es que debiera estar en su despacho profesional”.
Estos párrafos sobre las llamadas se encuentran en un documento encabezado como BB. En él se realiza un repaso a la carrera y las relaciones de Manuel Pizarro. Curiosamente, en ese informe, que bebe en ocasiones de fuentes periodísticas, se señala la amistad que unía a Pizarro y Francisco González y cómo el primero apadrinó la llegada de FG a la presidencia de Argentaria, el trampolín con el que, tras la fusión, llegó a la cima del BBVA.
No es la única referencia a llamadas de Manuel Pizarro. Un documento de marzo de 2005 analiza el tráfico telefónico con el presidente de Altadis, César Alierta; el presidente de BBVA, Francisco González; el abogado Luis Cremades y “muy especialmente” (según este documento) con Jaime Caruana, gobernador del Banco de España. Con todos ellos mantiene Pizarro contacto diario.
“Se detectan contactos telefónicos con el número cuyo titular es la mercantil Barnsley S.A (sociedad relacionada con Alierta)”, relata este informe. Tras ello se realiza un detallado análisis de los datos fundamentales de la sociedad y su relación con la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra este y su sobrino Luis Javier Placer por uso de información privilegiada en la compra de acciones de Tabacalera.
El informe continúa más tarde con la detección de “numerosos frecuentes contactos” con un número de la empresa Belegar Inversiones, sita en “el domicilio personal de FG (Francisco González) en Madrid”. También detalla el informe que el dispositivo de Villarejo detecta una relación “especialmente fluida” con Luis Cremades Ugarte, Delegado Especial de la Agencia Tributaria en Madrid con cuatro o cinco llamadas a la semana de media, de corta duración, “además de algunos contactos personales”, lo que indica que podría haber estado sometido a vigilancia.
En el análisis de relaciones de Manuel Pizarro, el informe considera “muy relevantes por intensas y frecuentes” las relaciones con el financiero Luis Abelló, considerado entonces como uno de los principales protagonistas del que denominaron “grupo hostil”, que intentó sin éxito arrebatar la presidencia del BBVA a Francisco González.
BBVA, INFORMADO DE DOMICILIOS, PAREJAS E HIJOS
El informe de llamadas da cuenta de otros “contactos detectados” en los que desglosa domicilios privados, parejas e hijos, detalles que no se pueden conseguir si no es con el acceso a información policial o de otras fuentes protegidas legalmente.
En este documento manejado por Villarejo se hace una detallada recopilación de los datos personales, direcciones, empresas, parejas e hijos de las personas relevantes en el entorno de Manuel Pizarro. Así, señala que con esta recopilación “se mantiene y actualiza el adecuado muestreo de conducta, al objeto de evaluar cuáles son los objetivos de interés, respecto a los diferentes contactos que BB mantiene”.
En lo que parece, por lo tanto, una actualización de datos, el documento añade que “se aprecia la misma interacción” en sus relaciones familiares, personales, religiosas y profesionales. El documento informa de las buenas relaciones que mantenía Pizarro con su familia y la de su mujer y destaca los frecuentes contactos con sus hijos y tres sobrinos.
La investigación señala los domicilios particulares, quiénes son los propietarios de estas viviendas, los centros de estudios y quiénes son las parejas. Así, por ejemplo, señala que una cuñada de Manuel Pizarro estaba casada con José María Roldán que fue consejero de Altadis y del Banco Exterior de España, además de vocal de la CNMV “en el tiempo del escándalo Gescartera”, tras lo que adelanta futuros “comentarios” sobre este detalle, que no están incluido en este documento.
Gescartera fue una agencia de valores que protagonizó un fraude que salpicó a algunos cargos del Gobierno de José María Aznar. El informe también recuerda la relación de Pizarro con instituciones religiosas y promete también ampliar información sobre el párroco Demetrio Fernández.