domingo, 24 noviembre 2024

Cospedal encargó «trabajos puntuales» a Villarejo en su reunión en la sede del PP

  • La secretaria general prometió "discreción" y López del Hierro garantizó los "pagos".
  • "Yo tengo la cartera en un lado (PSOE) y el corazón en el otro. El corazón es vuestro", les confesó el comisario.
  • Villarejo desveló a Cospedal que habían intentado "romper" el pen drive en el que se basó la acusación de Gürtel.
  • María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, propusieron al comisario José Manuel Villarejo que les hiciera «trabajos puntuales», a lo que este último accedió si se le garantizaba «discreción» y una serie de «pagos».

    La reunión secreta del 21 de julio de 2009 en la séptima planta de Génova 13, la sede nacional del PP, se inicia con una exposición de Villarejo sobre su larga trayectoria policial. Con Ignacio López del Hierro de testigo, el comisario recuerda que al poco de la llegada de Felipe González al poder pidió una excedencia, pero que en seguida le llamó el “gremio” (la Policía) para que les hiciera informes.

    Así, se jacta de haber estado en los años ochenta en el “embrión” de la Brigada de Asuntos Internos y de haber colaborado en investigaciones como la del caso Nani. Villarejo, además, confiesa a Cospedal que tiene el “corazón” del lado del PP.

     

    –Villarejo.- “Entonces, justo en el año 92 me llama (el ministro del Interior, José Luis Corcuera) y me dice ‘¿Oye, Pepe, estás trabajando?’. Yo estaba trabajando en cosas delicadas en el Norte, controles de teléfonos de Herri Batasuna, en fin maldades del tema, y me dice (Corcuera): ‘¿Por qué no, joder, yo no puedo un tío que está fuera que me haga informes?’ No me pagaban, por cierto, porque uno es tan tonto que, como me pasa con vosotros, que uno tiene el corazón donde lo tiene y ya está. Y entonces me piden, ‘oye por qué no vuelves como agente encubierto, estatus no sé qué y tal’. Lo que queráis. Lo que hago es tener cierta consideración, me imagino que me voy a jubilar con cierta antigüedad, y lo que hacen (en la Policía) es que cuando surge un asunto delicado me piden asesoramiento, estrategia”.

    El comisario reconoce que en el pasado ha tenido “relaciones con políticos para temas muy delicados” y menciona, expresamente, a Félix Pastor Ridruejo, uno de los fundadores de la antigua Alianza Popular –formación que presidió entre 1977 y 1978 antes de ceder el testigo a Manuel Fraga- y que es considerado como el ‘padre político’ de José María Aznar y dirigentes castellano-leoneses del PP como Jesús Posada y Juan José Lucas.

     

    Villarejo: En definitiva…

    Ignacio López del Hierro: ¿Tu contacto era Félix (Pastor Ridruejo)?

    V: Sí. Félix, todo lo que me ha encargado era delicado. ‘Mírame esto, mírame aquello y tal y cual’. Siempre se lo he dicho a Félix, yo tengo la cartera en un lado y el corazón en el otro. El corazón es vuestro. Siempre que gobernáis vosotros (el PP) nunca he ganado dinero, pero siempre que está el PSOE, como son tan desastres, pues siempre me encargan cosas”.

    Al cuarto de hora de la reunión, entran de lleno en la investigación de Gürtel. En ese momento, Villarejo le comunica a Cospedal que estuvo en la gestación del caso antes de que Garzón procediese a las primeras detenciones en febrero de 2009 y le confiesa que dio un chivatazo a Arturo González Panero, alias ‘el albondiguilla’, antes de que Gürtel se judicializase.

     

    Villarejo: Entonces, volviendo al tema. Yo estoy cuando lo de Gunten (Gürtel) empieza. Yo estoy.. es decir, el año pasado, en agosto (de 2008), hay una comida, en la que yo estoy en ese tal. Entonces, inmediatamente, yo lo transfiero por los contactos. Es decir, una de las personas que se entera, te lo digo para que le tires de la oreja, es ‘Arturito’. El cabrón del ‘Albondiguilla’, que vive donde yo vivo, en Boadilla (del Monte), le digo: oye, habla con tu partido y esto y esto, porque Arturo, obviamente como yo soy de allí, y él tal, pues si me pillan hablando con él, como tenemos una serie de cosas en común y tal, pues digo habla a alguien. ‘No, voy a hablar con’, mira a ver con quién vas a hablar. Me dijo que él iba a hablar, que tenía buena línea con el portavoz en el Senado..

    Cospedal: ¿Con Luis Peral?

    Ignacio López del Hierro: Con Pío (García-Escudero, presidente del Senado).

    V: No, no, con Pío. Yo voy a hablar con Pío. Le digo, ‘búscate la fórmula de hablar con la segunda del partido (Cospedal). Búscate la fórmula’.

    C: No lo hizo, no. Pero bueno…

    ILH: Pío había sido el anterior presidente de Madrid y por eso..

    V: Pero perdóname, que sepas que eso es así… es así. Le aviso, le informo, le voy dando datos, le digo ten cuidado con esto, ahora no sé qué, y a todos los efectos, por favor, lo que sí es importante es que tengamos claro es que si esto que estamos hablando trasciende indirectamente…

    ILH: No hombre, no

    V:Te hago el matiz.

    C: Haces muy bien en decirlo, pero sí, desde mi punto de vista es igual, no puede trascender.

    V: Ya te digo, desde el año 79 estoy hablando con políticos. Lamentablemente el político tiene cierta concepción de frivolidad con la información porque no puede entender lo que se juega el que está dando la información, te lo digo con toda la… porque creo que hay confianza para ello, entonces, a mi no me pasaría especialmente mucho, porque estoy muy out, pero se perdería una buena línea de comunicación y se rompería el encanto.

    C: Está claro.

    V: Así de fácil. (…) A Arturo le explico el tema. Cógetelo un día y un día agárrale de la oreja y dile, ¡mamón!, no te dijo esto, por qué coño. Es más, para protegerlo, hablo con la brigada, con todos ellos y les digo: este hombre (González Panero) nos puede dar información, que es mentira, que no nos dio nada, vamos a protegerlo un poco, para cubrirlo un poco. Entonces él empieza a dar información cuando ya se ve muy apurado.

    C: Acorralado.

    V: Me dice (González Panero): “El Bárcenas me tiene hasta los huevos, me llama, me amenaza, me tal».

    El comisario confiesa a Cospedal que «el segundo de a bordo» en la investigación de Gürtel, José Luis Olivera -por aquel entonces jefe de la UDEF- «es un hombre nuestro», es decir próximo al PP, «cada vez que ha habido un tema duro».

     

    Cospedal: Eso me lo ha dicho Juan (Cotino).

    Villarejo: Eso por favor, ya te digo, se enteran ahí y le cortan la cabeza y él es, si conseguimos presionar para que este tipo vaya, lo tenemos. Es, técnicamente, el tipo que tendría que tal, por lo que la leche. Olivera es el que en un momento determinado me avisa de este tema. O sea totalmente de confianza y él es el que, gracias a él, ha boicoteado mil cosas y tal.

    «Yo tengo la cartera en un lado y el corazón en el otro. El corazón es vuestro. Siempre que gobernáis vosotros nunca he ganado dinero, pero siempre que está el PSOE, como son tan desastres, pues siempre me encargan cosas”.

    En ese momento, López del Hierro le pregunta al comisario si cree que van a imputar a Luis Bárcenas, quien declara al día siguiente en el Supremo. «Seguro, rotundamente», responde Villarejo con firmeza, a lo que Cospedal pregunta si conviene al PP que se retrase «todo lo posible» la instrucción del caso Gürtel.

     

    Cospedal.- ¿El interés cuál es? Retrasarlo todo lo posible (…) candente.

    Villarejo.- Claro. Yo creo. Yo, no, pero, vamos, en este caso yo…

    C.- Yo la información que tengo es que desde luego lo van a imputar (refiriéndose a Bárcenas).

    V.- Lo van a imputar… pero María Dolores, lo va a….

    C.- Y cuanto menos piden un delito fiscal (…) comprobado.

    V.- No, no, pero lo del delito fiscal, aun cuando él diga que lo tenga prescrito, que probablemente, técnicamente, igual…. Yo soy abogado también, pero, pero, pero no me he leído el tema. Lo que está claro es que, el que maneja los dineros de un partido, no puede haberse salvado por prescripción con un tema de este alcance de… punto de vista. O sea, es un tema impresentable.

    C.- Eso está claro. Pero, y una cosa que te quiero preguntar…

    ILH.- En mi opinión. Es muy personal…

    V.- Sí.

    ILH.- Le vendría bien que se dieran las causas para de una vez por todas acabar con este lío.

    V.- Objetivas.

    ILH.- Las causas objetivas de que…

    C.- No. A mí si me dicen pasado mañana ‘pedimos el suplicatorio’, se acabó. (…) Acabamos ya.

    V.- No, pero, él, claro, él, él va a declarar mañana.

    C.- Él va a declarar mañana, pero si el juez tarda, dice: ‘Bueno, pues oigo la declaración y ya en septiembre empezaré otra vez y ya veré cuando pido el suplicatorio. Claro, a nosotros nos alarga la situación, porque objetivamente yo no tengo una situación judicial, porque él no la tiene.

    V.- Pero, María Dolores, como el PSOE o el entorno del juez se entere de esto, va a pedir que sea en septiembre.

    C.- No, claro, pero… de esto, de esto ya se han dado cuenta ellos.

    V.- No, pero, ehh… No sé qué decirte, o sea. No sé qué decirte, no sé qué decirte, o sea. Hay que procurar entre todos intoxicarlos con que el Bárcenas ya está totalmente contaminado y por tanto él ya está amortizado y, por lo tanto, tenerlo ahí es, digamos, un pin, pan, pum, que mientras lleguen las tortas a él, no le dan a nadie más. Hay que… Algo así parecido para que los tipos digan: ‘Bueno, pues si está amortizado, al camión’. Porque objetivamente es así. Pero lo del tema de los documentos de que ha robado, él ha alardeado, te lo digo, él (Bárcenas) ha alardeado de que se ha llevado papeles, de que los tiene guardados. Yo no sé si al final se lo habrá llevado o no, pero él ha alardeado de eso.

    C.- Se ha llevado menos de los que ha dicho.

    V.- Pero él ha alardeado de eso.

    C.- Pero ha alardeado.

    Tras ello, Villarejo introduce el tema del «famoso pen drive» de José Luis Izquierdo, el contable de la trama Gürtel, que acabó en manos de la UDEF para desesperación de Francisco Correa. En el libro ‘Gürtel. La trama’, de David Fernández, se relata cómo uno de los policías notó que Izquierdo tenía cerrado el puño de la mano izquierda en el momento de su detención: «Con fuerza. El agente miró a su compañero y sonrió. ‘Abra la mano, por favor’. La contabilidad de la caja ‘B’ de Correa acababa de ser descubierta oculta en un pequeño pen drive de color negro y 8 gigas de capacidad, y con ella, el nombre de todas las gacelillas que habían sido devoradas por Correa. ‘El puto pen drive, macho. Es que sin ese pen drive no tendrían nada, me pongo malo’, diría después Correa en prisión a uno de sus abogados».

    Villarejo también narra este episodio a Cospedal, aunque lo novela de otra manera un tanto curiosa y sentencia que ese pen drive es «mortal» por las «anotaciones» que tenía en su interior:

     

    Pero lo más sorprendente ocurre a continuación cuando, a la pregunta de la entonces secretaria general del PP de si «en el famoso pen drive hay de todo», Villarejo suelta a sus interlocutores que han hecho todo lo posible por «romperlo». Ese dispositivo electrónico fue la principal prueba de cargo contra los presuntos cabecillas de Gürtel:

     

    Y no se queda ahí en cuanto a revelaciones. El comisario adelanta a Cospedal y López del Hierro que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido un informe sobre la relación de regalos que hicieron las empresas de Correa y Álvaro Pérez, ‘el Bigotes’, a políticos de Valencia. Una petición que hasta entonces había sido «boicoteada» por Olivera, el jefe de la UDEF.

    En dicha lista aparece una «chaquetilla» entregada a Juan Cotino valorada «en 400 euros». Una información que Villarejo ya había trasladado al conseller valenciano, ya que éste le ha dicho que no había recibido tal regalo. Al hilo de ello, López del Hierro arremete contra ‘el Bigotes’ con graves acusaciones:

     

    Ignacio López del Hierro.- No será el tío, que aquí (en Madrid) en (la discoteca) Pachá, repartía cocaína, ¿eh?. O seaaa….

    Villarejo.- El, el… ‘el Bigotes’.

    ILH.- ‘El Bigotes’ suministraba en Madrid… era un camello cualificado ¿eh?

    El encuentro en el despacho de Cospedal en Génova entra en su recta final cuando López del Hierro les propone «reciclar» todos las cuestiones que han surgido en la larga conversación. Es ahí cuando Cospedal y su marido preguntan al comisario si está dispuesto a hacer «trabajos puntuales» para el PP.

    Villarejo.- María Dolores, tú ya sabes dónde estamos.

    Ignacio López del Hierro.- Yo creo que hay que reciclar todo esto.

    Cospedal.- Sí, por eso, ¿eh?

    ILH.- Y luego, a lo mejor hay que hacer cosas puntuales.

    C.- Eso es lo que creo.

    V.- Puntuales. Yo lo único, insisto, yo lo único que te pido, a mí no me importa…

    ILH.- …¿Tú estarías en disposición, por ejemplo, de hacer algún trabajo puntual de temas?

    V.- No tengo ningún problema. Por lo menos los gastos alguna vez me pagareis, alguna vez los gastos.

    ILH.- Sí… hombre, los gastos.

    V.- Bromas aparte,

    C.- Pero claro, para él.

    V.- No, no, mira, y además. Lo primero, ya me lo habéis pagado y os lo digo como…

    C.- No, no, de la discreción no te preocupes, no te preocupes.

    El comisario vuelve a insistir en este detalle, al subrayar que la «discreción es fundamental» para llevar a cabo estos encargos. «No te preocupes por eso, ni te preocupes», le contesta Cospedal. Villarejo se juega sus «contactos», sus «buenas relaciones, a lo que la entonces secretaria general admite que ella también se la está jugando. «Yo soy la primera que mí también se me vendría abajo, sería absurdo», sentencia. Tras más de una hora y media de conversación, Cospedal se levanta y los tres quedan en hablar más adelante.