Pablo Crespo, condenado a 37 años y medio de cárcel en el juicio del caso Gürtel, presentó ayer una querella por prevaricación contra el juez Baltasar Garzón como consecuencia de las grabaciones que realizó el comisario José Manuel Villarejo y que fueron publicadas por MONCLOA.COM. Esta es la primera acción judicial que se ha concretado de las que han anunciado los condenados en el caso Gürtel.
En las grabaciones aparece un diálogo del comisario Villarejo con Gabriel Fuentes, adjunto al director adjunto operativo (DAO) de la Policía. Villarejo le relata que en agosto de 2008 participó en una comida con Baltasar Garzón el día anterior al que el magistrado abrió las primeras diligencias del caso Gürtel.
En el almuerzo también participaron, según Villarejo “preparando lo de la Gürtel”, Juan Antonio González, en aquel momento comisario general de información y José Luis Olivera, jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía.
El abogado de Crespo, Miguel Durán, considera, al presentar la querella por prevaricación, que los audios del comisario José Manuel Villarejo “ponen al descubierto una posible confabulación por parte del exjuez Baltasar Garzón en la Operación Gürtel” que tendría como objetivo “perjudicar al Partido Popular”.
En ese sentido, el abogado afirma que el juez Garzón se hizo cargo de “un caso preparado para que él mismo instruyera y que asumió de forma injusta”. La querella señala que se habrían vulnerado las normas de reparto de la Audiencia Nacional.
La grabación de la conversación del comisario Villarejo descubre, según Durán, que Garzón pudo “canalizar judicialmente un complot” al asumir la instrucción de este caso. También considera que la asignación del caso supone “un mero fraude de ley”.
«En definitiva, lo hizo con el objetivo de instrumentalizar el proceso penal para lograr intereses u objetivos ajenos a la función judicial»
El texto de la querella recuerda que las defensas del caso Gürtel insistieron durante la instrucción de este sumario en que se habían vulnerado las normas de reparto de los casos en la Audiencia Nacional. El juez Garzón se hizo cargo del mismo, según le solicitó la Fiscalía, debido a que uno de los protagonistas, Luis de Miguel Pérez, también había sido investigado en el caso BBV-Privanza por el mismo magistrado.
Según el abogado de Pablo Crespo, el juez Baltasar Garzón se hizo con el caso porque si hubiera caído en manos de otro magistrado de la Audiencia Nacional “las cosas podrían no salir conforme al plan que se había ideado”.
El abogado Miguel Durán señala que el juez Garzón ni siquiera hizo referencia en su auto de apertura de las diligencias al caso BBV-Privanza y considera que las grabaciones del comisario Villarejo suponen nuevas pruebas que demostrarían un “complot” que estuvo “cocinado entre bastidores judiciales por y para el querellado”.
LA «CONFABULACIÓN» DEL JUEZ GARZÓN
La querella subraya que las grabaciones evidencian que el caso Gürtel podría ser resultado de una “confabulación” que habría “teledirigido la causa ad hoc” hacia el magistrado Garzón. Así y tras hacerse eco de las palabras literales descubiertas en las grabaciones difundidas por MONCLOA.COM, la querella que interpone Crespo contra Garzón afirma que la causa “había sido previamente confeccionada” por el magistrado.
Durán insiste en la querella en los argumentos ya utilizados durante la instrucción y el juicio del caso Gürtel, respecto a la “débil o nula conexión procesal” entre el caso BBV-Privanza y el caso de corrupción que afectó de forma contundente al Partido Popular. Esto indica, a su juicio, que el entonces juez instructor se habría hecho con Gürtel para tener “el dominio fáctico sobre lo que él y sus eventuales correligionarios querían que fuese el caso Gürtel”.
La exposición de los hechos por parte del querellante desliza que el juez se “apoderó” del caso “parece que jaleado por altas instancias del Gobierno de entonces”. Igualmente, señala que “el nacimiento del caso fue de todo menos un nacimiento administrado por un juez imparcial”. A juicio del citado abogado, «lo hizo con el objetivo de instrumentalizar el proceso penal para lograr intereses u objetivos ajenos a la función judicial».
La querella presentada pide que sean llamados a declarar el excomisario José Manuel Villarejo, actualmente en la prisión de Estremera, así como a los comisarios Juan Antonio González García, José Luis Olivera Serrano y al excomisario Gabriel Fuentes, citados como presentes en el almuerzo al que hace referencia José Manuel Villarejo en las grabaciones.
Por último, el abogado solicita al juzgado que adopte medidas para “asegurar y en su caso reforzar, la integridad física del testigo” Villarejo, debido a “la extraordinaria gravedad de los hechos que son denunciados” así como “por el hecho notorio de que éste posee información relevante de personas de interés público”.