La regulación de la gestación subrogada es una de las prioridades de Ciudadanos en el ámbito de las políticas sociales. Su líder, Albert Rivera, la defiende con determinación y firmeza y la define como «un método más» al que pueden recurrir aquellas personas que no pueden tener hijos biológicos de la manera natural.
Sin embargo, este es un tema que siempre ha generado polémica, por los dilemas éticos que plantea el hecho de que una mujer geste un niño que luego entrega a otras personas. El propio Rivera admite que hace tiempo él tampoco tenía una postura claramente a favor de esta práctica, que actualmente es alegal en España. Entonces, ¿qué es lo que ha hecho que se convierta en uno de los principales defensores de su regulación?
Él mismo lo explicaba recientemente: «Yo también tenía dudas al principio de cómo funcionaba, de cómo era en otros países, pero he ido conociendo a familias, a amigos y a hijos por gestación subrogada y hoy soy un convencido y un defensor político de ello». Entre esos amigos se encuentran dos personajes muy conocidos en España: el empresario y excampeón de hípica Kike Sarasola y el cantaor de flamenco Miguel Poveda.
El empresario madrileño tiene dos hijos con su marido Carlos, ambos nacidos de un vientre de alquiler: Aitana, que vino al mundo en 2012, y Enrique, en 2015. Fue este mismo año cuando el cantaor catalán, también homosexual, se convirtió en padre soltero tras viajar a California para recoger al pequeño Ángel.
Tanto Sarasola como Poveda necesitaron no solo una mujer que gestara al bebé, como las parejas heterosexuales que recurren a un vientre de alquiler, sino, además, una donante de óvulos. Aunque no han revelado cuánto dinero tuvieron que desembolsar por este proceso, el coste en Estados Unidos suele superar los 120.000 euros.
Precisamente, este es uno de los argumentos de Ciudadanos para plantear que se regule en España la gestación subrogada: que deje de ser un método de lujo al que solo pueden acceder quienes pueden permitírselo. Además, quiere que se pueda llevar a cabo aquí con todas las garantías para así evitar situaciones problemáticas como la que se produjo el pasado agosto en Ucrania, donde había más de treinta parejas sin poder salir del país con los recién nacidos al haberse paralizado el procedimiento de registro.
Pero la oposición a la gestación subrogada es fuerte y procede de distintos sectores, desde el feminismo de izquierdas hasta posiciones conservadoras, que coinciden en describir esta práctica como una mercantilización del cuerpo de la mujer. Con el objetivo de reducir el sentimiento de rechazo de los detractores y convencer a los escépticos, Cs presentó en 2017 una proposición de ley que incluía una serie de limitaciones a la gestación subrogada.
LAS CONDICIONES DE RIVERA
Según la propuesta de Ciudadanos, la mujer gestante debe reunir las siguientes características: tener más de 25 años, tener la nacionalidad española o ser residente en España, haber sido madre con anterioridad, no tener antecedentes penales, demostrar una situación socioeconómica familiar estable, no compartir ninguna relación consanguínea con los padres subrogantes y no donar material genético al bebé. Además, no podrá ceder su vientre más de dos veces.
Las exigencias para los futuros padres son tener entre 25 y 45 años, demostrar que no han podido ser padres a través de otros medios y, en el caso de que sean una pareja, estar casados o ser pareja de hecho.
Pero el quid de la cuestión es la contraprestación económica. La formación naranja no concreta y dice solo que debería ser la cantidad necesaria para cubrir los gastos del embarazo y las posibles molestias que esta situación pudiera ocasionar a la gestante. Con el fin de hacer más transparente el proceso, Cs propone crear un censo nacional donde se inscriban las mujeres dispuestas a gestar y las personas que quieran tener hijos por este método y donde figuren los contratos suscritos.
Aunque la discusión política y mediática sobre la gestación subrogada está candente, el debate parlamentario aún no se ha producido. Rivera espera que la iniciativa de Ciudadanos se debata en el Congreso antes de final de año, pero si quiere conseguir la tramitación, tendrá que persuadir a otros partidos para conseguir su apoyo.
En esta tarea podría contar con la ayuda de diputados como Javier Maroto (PP), que respalda la gestación subrogada aunque la postura de su formación sea contraria y que incluso ha pedido libertad de voto en este asunto.
“Siempre cuestan los cambios, siempre hay obstáculos y resistencias, pero estoy convencido de que la gestación subrogada será una realidad en breve en España”, ha afirmado Rivera, que sostiene que en el pasado también hubo recelos con el aborto, el matrimonio homosexual o los niños probeta y al final se regularon.