Iglesias busca cómo frenar a Bescansa para que no aumenten las baronías rebeldes

  • Pablo Iglesias no ha mantenido su obligada imparcialidad en las primarias gallegas.
  • El secretario general de Podemos teme que los barones rebeldes se le acumulen.
  • Madrid, Andalucía, Asturias y Navarra son otros focos de discordia para la formación morada.

Podemos apostó en sus inicios por la democracia asamblearia, pero las dificultades que ofrecía este sistema representativo obligaron a los morados a cambiar de estrategia en Vistalegre I, en la que las tesis de Pablo Iglesias se impusieron a las de la corriente anticapitalista liderada por Pablo Echenique y Teresa Rodríguez.

A ambos líderes les les cerró el paso en el Consejo Ciudadano, pero sobrevivieron dentro de la formación morada con sus triunfos en las primarias de Aragón y Andalucía. Dos años después, en Vistalegre II, Iglesias consiguió integrar a Echenique en su equipo.

El científico se convertía en secretario de Organización y Teresa Rodríguez se quedaba ‘aislada’ junto a su pareja, el alcalde de Cádiz José María González ‘Kichi’. Desde el núcleo duro de Podemos se miró para otro lado ante las controvertidas decisiones del edil que antes se le habían afeado al PP, premiar a una Virgen o apoyar la venta de fragatas a Arabia Saudí, pero ‘Kichi’ y Rodríguez sin embargo fueron dos de las voces más críticas contra Iglesias por la compra de su chalé en Galapagar (Madrid).

La polémica compra del chalé de Iglesias provocó que ‘Kichi’ se apresurase a afirmar que quería seguir viviendo «en un piso de currante». Juan Carlos Monedero, mano derecha externa del secretario general de Podemos, le afeó la displicencia.

Pero el alcalde gaditano no se amilanó y afirmó en una carta publicada en la prensa de su ciudad que podía «haber incurrido en contradicciones en mi gestión, con mi mera opinión sobre la carga de trabajo militar o la condecoración de la patrona de la ciudad, pero nunca lo hice para beneficio propio, lo hice para, si me equivocaba, equivocarme con mi pueblo».

Iglesias
Teresa Rodríguez se ha salido con la suya: liderará Podemos en Andalucía sin utilizar su marca. Foto: Flickr

Teresa Rodríguez tampoco aplaudió el chalet y tejió un pacto con Izquierda Unida y la neonata Izquierda Andalucista para lanzar el proyecto Adelante Andalucía, que dejaba fuera la palabra «Podemos» en contra del criterio estatal. La líder morada pretende remedar con esta lista el éxito de Julio Anguita en 1986, elecciones en las que Convocatoria por Andalucía disparó en un 150% los votos obtenidos por el PCE cuatro años atrás.

Desde Madrid le intentaron cortar el paso, pero la diputada del Congreso Isabel Franco sumó apenas el 22% de los apoyos por el 75% de Rodríguez, que consiguió ganar el pulso y que Iglesias volviera a mirar para otro lado pese a que Adelante Andalucía simplemente sale al terreno de juego para intentar convertir al PP en cuarta fuerza y convertirse en látigo de Susana Díaz ante el previsible pacto entre el PSOE, que quiere evitar sentencia de los ERE antes del proceso electoral, y Ciudadanos, que pretende recuperar el pulso perdido tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa y el triunfo de Pablo Casado en las primarias populares.

IGLESIAS NO QUIERE MÁS «TERESAS»

La filtración por error en Telegram de un documento provocó la caída en desgracia de la fundadora de Podemos, Carolina Bescansa, que ofrecía convertirse en la número dos de Errejón en la Comunidad de Madrid a cambio de que éste le apoyase en su intención de descabalgar a Iglesias del liderazgo de Podemos. Es por ello que el anuncio de Bescansa a dar batalla en Galicia ha provocado que Iglesias se saltase su obligada imparcialidad para atacar a su ex número tres.

«Me llama la atención que alguien que lleva 20 años viviendo en Madrid (…) quiera dirigir Podemos Galicia»

«Yo no hablo con Carolina desde que se hizo público ese documento. Me llama la atención que alguien que lleva 20 años viviendo en Madrid y que hace tiempo que se hizo público que quería ir a la Asamblea de Madrid quiera dirigir Podemos Galicia», explicó en La Sexta.

El 26 de octubre se decidirá la partida y los ‘pablistas’ apoyarán al diputado del Congreso Antón Gómez-Reino, que intentará que ‘las mareas’ mantengan sus alcaldías en A Coruña, Ferrol y Santiago. No es baladí el territorio gallego teniendo en cuenta que esta tierra es, junto a Navarra y Euskadi, los dos únicos lugares donde Podemos cuenta con más fuerza autonómica que el PSOE.

El portavoz de En Marea, Luis Villares, podría apoyar a Bescansa ante el candidato de Pablo Iglesias, que ya ha denunciado que la exnúmero tres quiera buscarse «un retiro dorado». De triunfar Bescansa, el secretario general morado vería con frustración como se le acumulan los barones críticos: Teresa Rodríguez en Andalucía; Íñigo Errejón en la Comunidad de Madrid (respaldado por Rita Maestre desde el Ayuntamiento), Carlos Couso en Navarra (territorio que probablemente regresará a manos del ‘pablismo’ en las próximas semanas) y Daniel Ripa en Asturias.

A estos cantones rebeldes hay que sumarle el divorcio con la actual cúpula de algunos fundadores como Luis Alegre, la corriente republicana y euroescéptica que lanzarán Monereo y Anguita, y la mirada crítica de la corriente Anticapitalista, que en su último boletín interno difunde un duro artículo del diputado de la Asamblea de Madrid Raúl Camargo contra la deriva de un Gobierno estatal que está sostenido por Pablo Iglesias.