El martes 2 de octubre, es decir ayer, era el último día hábil que tenía Susana Díaz para anticipar las elecciones andaluzas y que cayesen en el mes de noviembre, concretamente en el día 25 de ese mes, que era la fecha más comentada en círculos políticos para llamar a las urnas a los andaluces.
Desde la convocatoria de elecciones hasta la celebración de las mismas han de pasar 54 días. Así que la presidenta andaluza deja pasar el mes de noviembre, ante las dudas que le plantea una precampaña electoral que no llegaría en el mejor momento para los socialistas. Ahora la incógnita es saber si Díaz se decanta por un día concreto de diciembre o espera a febrero del año que viene.
La opción de agotar la legislatura y fijar los comicios en marzo no la ven oportuna en el palacio de San Telmo, sede de la presidencia andaluza, por dos razones: quedan muy pegadas a las municipales y autonómicas de mayo, lo que puede condicionar las negociaciones para formar gobierno regional; y cuanto más avance el calendario mayor exposición hay a que la inestabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez eche al traste los planes de Díaz.
FACTORES QUE APREMIAN A SUSANA DÍAZ
Asimismo, hay varios factores que aconsejan a los socialistas el adelantar las comicios tras haber perdido el apoyo parlamentario de Ciudadanos. En primer lugar, evitar la investigación de la Faffe en el Parlamento y los juzgados, así como marcar distancia con la sentencia del caso ERE; prevenirse del rearme de Ciudadanos y del PP de Pablo Casado; evitar que se consolide la coalición electoral de Podemos e IU con su marca Adelante Andalucía y, sobre todo, adelantarse al hundimiento de la marca PSOE por el desgaste del Gobierno central, según la edición sevillana de Abc.
Al esperar tanto para adelantar las elecciones, el problema más acuciante para Susana Díaz es que ha perdido el factor sorpresa. Los partidos de la oposición ya han puesto en marcha la maquinaria de la campaña electoral y los líderes nacionales han desembarcado en Andalucía en los últimos días.
El pasado fin de semana Albert Rivera convocó una convención nacional del partido en Sevilla mientras que Pablo Casado presentó en Cádiz ‘Un proyecto político para Andalucía y España’. «Hasta que pueda gobernar lo haré, y después que hablen los andaluces», subrayó la pasada semana Díaz alimentando así las conjeturas sobre su decisión final.
Tras dejar pasar el mes de noviembre, hay tres posibles fechas para el adelanto electoral en lo que queda de año: el 2, 16 o 23 de diciembre, ya que no parece oportuna una convocatoria en el domingo que cierra el puente de la Constitución, a menos que se pretenda una baja participación.
La opción del día 2 es la más sensata y se despejaría antes de una semana. Tanto el 16 como el 23 de diciembre son fechas navideñas, pero nada dice que esto sea incompatible con la celebración de elecciones. Algunos expertos consideran que el ambiente festivo puede favorecer determinadas estrategias electorales si se saben encausar. Hay que recordar que Mariano Rajoy, por ejemplo, colocó las elecciones generales de 2015 en un 20 de diciembre.