Con la llegada de las temperaturas más bajas y la necesidad de preparar nuestras viviendas, Lidl tiene la solución perfecta. Durante esta época, los sistemas de calefacción se vuelven importantes para conservar un entorno cálido en el hogar. Cada año, muchas personas buscan alternativas en el mercado que ofrezcan una combinación perfecta de eficiencia, precio y facilidad de uso.
En este contexto, Lidl ha incorporado una serie de soluciones para combatir el frío que se avecina. Entre estas, hay un producto innovador que está llamando la atención de sus clientes: un radiador de aceite de la marca SilverCrest, que se presenta como una opción eficiente y sin inconvenientes a los radiadores tradicionales. Este equipo no necesita instalación, lo que lo transforma en una opción perfecta para aquellos que buscan practicidad sin sacrificar la comodidad.
Características de este increíble producto de Lidl
El radiador de aceite de SilverCrest tiene una potencia de 1500W y se destaca por su habilidad de proporcionar calor de forma uniforme y eficiente. Este producto de Lidl está equipado con siete elementos de calentamiento y un sistema antihielo, dónde esto garantiza que el hogar se conserve confortable incluso en los días más fríos. Además, su termostato de regulación cuenta con tres niveles de temperatura permiten a los usuarios personalizar el calor según sus necesidades.
Uno de los puntos más fuertes es su diseño pensado en la seguridad y la movilidad. Con un precio de 37,99 euros en Lidl, el dispositivo incorpora protección antivuelco y contra sobrecalentamiento, con un sistema de apagado automático que reduce los riesgos. Además, tiene ruedas de deslizamiento suave para que sea portátil y un hueco de agarre, adecuándose a las necesidades de cada momento.
una combinación perfecta de eficiencia, precio y facilidad de uso.
Ventajas de los radiadores de aceite
Este radiador de Lidl, conserva un consumo eléctrico contenido, trabajando con una energía que es parecida a la que se necesita en una nevera. Además, se pueden controlar con termostatos y apagarse cuando no se necesitan. Por otro lado, una de sus principales ventajas es que disponen de un sistema de regulación y de apagado automático. De esta manera, es posible determinar la temperatura requerida, dónde se apagan hasta que el ambiente sea óptimo.
Otro punto a su favor, sobre todo si se compara con los radiadores eléctricos tradicionales, es que este equipo logra mantener el calor en el ambiente durante 45 a 60 minutos tras ser apagado gracias al aceite de su interior. De esta forma, hasta que ese líquido no se enfríe por completo, las placas metálicas continuarán emitiendo aire caliente. Esto lo hace muy atractivo a la hora de comprar este tipo de equipo.
