Dos policías recurren al Supremo por la sentencia del ‘caso Ariete’ al creer que el TSJ «retorció» los hechos

La entrada de la Policía a un domicilio particular durante la pandemia de COVID-19 sin consentimiento del titular y sin autorización judicial ha generado un intenso debate jurídico y mediático en España. Este caso, conocido como el «caso Ariete», ha puesto de manifiesto la importancia de salvaguardar los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluso en situaciones de emergencia sanitaria.

El presente artículo analiza en profundidad los aspectos legales de este caso, las decisiones judiciales y las implicaciones para la actuación policial en el futuro. Además, se abordarán las lecciones aprendidas y las recomendaciones para mejorar la coordinación entre las fuerzas de seguridad y el poder judicial, con el fin de garantizar el respeto a los derechos de los ciudadanos.

La Entrada Ilegal de la Policía: Vulneración de Derechos Fundamentales

El «caso Ariete» se refiere a la entrada a la fuerza de seis agentes de policía en un piso de la calle Lagasca de Madrid el 21 de marzo de 2021, con el objetivo de disolver una fiesta ilegal en la que se encontraban 14 jóvenes infringiendo la normativa COVID-19. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) determinó que esta entrada carecía de «habilitación legal» al haberse realizado sin el consentimiento del titular y sin autorización judicial.

Esta decisión judicial pone de manifiesto la vulneración de derechos fundamentales, como el derecho a la inviolabilidad del domicilio, reconocido en el artículo 18 de la Constitución Española. Los magistrados del TSJM concluyeron que la entrada policial, a pesar de las instrucciones del jefe operativo, no se ajustaba a la legalidad vigente.

La Defensa de los Agentes: Apelación ante el Tribunal Supremo

Ante esta resolución, los dos agentes implicados en el «caso Ariete» han recurrido la sentencia del TSJM ante el Tribunal Supremo, alegando que la decisión les ha causado «indefensión» y que se ha vulnerado la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, del Tribunal Constitucional y del propio Tribunal Supremo.

La defensa de los agentes argumenta que no se puede condenar a quienes fueron absueltos en la instancia, modificando los hechos probados. Además, sostienen que la sentencia del TSJM «hace decaer toda la estructura del tribunal del jurado» y aplica indebidamente el Código Penal.

Implicaciones y Lecciones Aprendidas

El «caso Ariete» ha puesto de relieve la necesidad de establecer protocolos claros y coherentes para las actuaciones policiales, especialmente en situaciones excepcionales como la pandemia de COVID-19. Es fundamental garantizar el equilibrio entre la seguridad pública y el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Asimismo, este caso ha evidenciado la importancia de la coordinación entre las fuerzas de seguridad y el poder judicial, a fin de evitar interpretaciones divergentes y garantizar la aplicación uniforme de la ley. Es crucial que los agentes policiales cuenten con directrices precisas sobre los límites de sus actuaciones y las garantías legales que deben respetar.

En definitiva, el «caso Ariete» representa un desafío jurídico y ético que requiere de un análisis minucioso y de la adopción de medidas que permitan fortalecer el Estado de Derecho y la protección de los derechos fundamentales de la ciudadanía, incluso en situaciones de crisis.