En un momento crucial para enfrentar los desafíos climáticos, la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) llega con un retraso inaceptable y con objetivos que, según los expertos, se quedan muy por debajo de lo que la ciencia exige. Como país, enfrentamos la urgente necesidad de acelerar nuestros esfuerzos para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y transitar hacia un futuro sostenible y resiliente.
La Alianza Verde, una organización comprometida con la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, ha sido enfática en señalar que la actualización del PNIEC no cumple con las expectativas y los requerimientos internacionales. Han instado al Gobierno a revisar y elevar significativamente los objetivos de reducción de emisiones y de producción de energía renovable, con el fin de alinear nuestras metas nacionales con las recomendaciones científicas y los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.
Elevar los Objetivos de Reducción de Emisiones y Energías Renovables
La Alianza Verde considera que el Gobierno debe fijar como objetivo para el año 2030 reducir en al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero, en lugar del 32% planteado en la actualización del PNIEC. Además, sostienen que España debe establecer la meta de alcanzar el 100% de producción de electricidad a partir de fuentes de energías renovables, y no el 81% como se propone en el documento.
Estas exigencias más ambiciosas se basan en el consenso científico que indica que, para evitar un aumento de la temperatura media global superior a 1,5°C, los países deben acelerar sus esfuerzos de mitigación climática. La falta de una mayor determinación en los objetivos del PNIEC pone en riesgo el cumplimiento de los compromisos adquiridos por España en el marco del Acuerdo de París y envía una señal equivocada sobre el verdadero compromiso del país con la transición ecológica.
Impulsar la Acción Climática sin Dilaciones
La Alianza Verde ha denunciado que la «falta de ambición» reflejada en la actualización del PNIEC es un reflejo del «estado de parálisis» en el que el Gobierno ha estado sumido durante el último año, «particularmente en materia de política climática«. Critican que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, haya aprobado una medida de trámite antes de dejar el gobierno, «tras meses de ausencia en los que sólo ha estado más preocupada por promocionarse para su próximo cargo en la Comisión Europea«.
En este contexto, es fundamental que el Gobierno reaccione con la urgencia y la determinación que exige la crisis climática. La actualización del PNIEC debe ser el punto de partida para una acción climática decidida y ambiciosa, que permita a España cumplir con sus compromisos internacionales y asumir un papel de liderazgo en la transición hacia una economía descarbonizada y resiliente. El futuro de nuestro planeta y el bienestar de las generaciones venideras dependen de que seamos capaces de emprender este camino sin más dilaciones.
