El PP denuncia que el cupo catalán es «veneno» para el Estado de Bienestar y Montero le afea sus «privatizaciones»

La financiación singular para Cataluña, comúnmente conocida como el «cuponazo catalán», ha generado un acalorado debate político en España. Por un lado, la secretaria general del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, ha denunciado que esta medida es «veneno» para el Estado de Bienestar, alegando que su implementación tendría un impacto negativo en áreas clave como la educación y la sanidad. Por otro lado, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha respondido acusando al PP de llevar a cabo privatizaciones de servicios públicos, tanto en el pasado como en la actualidad.

¿Cuál es el Verdadero Costo del «Cuponazo Catalán»?

Gamarra ha señalado que, según sus cálculos, el pacto con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) «equivale a 260.000 profesores y 150.000 médicos». Ella ha insistido en que «con el Estado de Bienestar no se negocia» y ha cuestionado si alguna vez el PP consideró que el «cuponazo separatista» era «injusto e insolidario». Según Gamarra, este acuerdo no se traducirá en «café para todos», sino que es «veneno» para el Estado de Bienestar, ya que supondrá «recortes» debido a que «entrará menos» dinero en la caja común. Ha acusado al gobierno de Sánchez de estar en un «socialismo sanchista» en el que «de quien se depende más aporta menos a lo común.

Las Acusaciones Cruzadas entre el PP y el PSOE

Por su parte, Montero ha contraatacado a Gamarra, cuestionando por qué, si «con el Estado de Bienestar no se negocia», el PP está privatizando los servicios públicos de salud y educación. Según Montero, estas acciones tienen como objetivo «favorecer los negocietes de sus amigos». Además, ha recalcado que España aún se está recuperando de las políticas del PP que «demolieron» la sanidad y la educación públicas.

Montero también ha vuelto a cargar contra el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, afirmando que su modelo «consiste en manifestarse incompetente en gestionar los servicios públicos». Según Montero, Moreno Bonilla «dijo que estaba al límite» y «que no podía hacer más sanidad y educación» mientras «anunciaba regalos fiscales a los más ricos» y renunciaba a «las plazas de cero a tres años» con el argumento de que «sobran 20.000».

En resumen, el debate sobre el «cuponazo catalán» ha puesto en evidencia las profundas diferencias entre el PP y el PSOE en cuanto a la gestión del Estado de Bienestar y la prioridad que cada partido otorga a la educación, la sanidad y la igualdad. Mientras el PP acusa al gobierno de Sánchez de poner en riesgo estos servicios, el PSOE responde señalando las privatizaciones llevadas a cabo por los gobiernos populares, tanto en el pasado como en la actualidad.