La inflación sigue siendo un tema de gran preocupación en el Reino Unido, donde la tasa interanual se mantuvo en el 2,2% durante el mes de agosto, sin cambios respecto al mes anterior. Este dato, publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), refleja la persistencia de presiones inflacionistas que afectan al coste de la vida de los habitantes del país.
Un análisis más detallado de los datos revela que el encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas fue del 1,3% interanual, dos décimas menos que en julio. Por otro lado, el coste del conjunto de bienes disminuyó un 0,9% en agosto, mientras que el de los servicios subió un 5,9%, dos décimas más que el mes anterior.
El IPC subyacente se sitúa en el 4,3%
Al descontar el impacto de la energía y de los alimentos frescos, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subyacente se situó en el 4,3% interanual en agosto, frente al 4,1% del mes anterior. Este dato refleja que, incluso excluyendo los sectores más volátiles, la presión inflacionista sigue siendo elevada en la economía británica.
El Banco de Inglaterra recorta los tipos de interés
En este contexto, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió el pasado 1 de agosto bajar en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, hasta el 5%, en su primer recorte de la tasa desde marzo de 2020. Esta medida busca aliviar la carga que supone la inflación para los consumidores y empresas del país.
Conclusión: Persistencia de presiones inflacionistas
En resumen, la tasa de inflación interanual del Reino Unido se mantuvo en el 2,2% en agosto, sin cambios respecto a julio. Aunque el encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas se moderó, otros sectores como los servicios siguen experimentando presiones al alza. Ante este panorama, el Banco de Inglaterra ha optado por un recorte de tipos de interés para intentar aliviar las dificultades que enfrentan los hogares y las empresas.
