Vitoria rememora el horror: el Memorial inaugura una exposición sobre la matanza perpetrada por ETA en la cafetería Rolando de Madrid

La historia del atentado de la cafetería Rolando es una herida aún abierta en la sociedad española. Este fatídico suceso, perpetrado por ETA en 1974, marcó un punto de inflexión en la larga historia de violencia que asoló al país durante décadas. A pesar del tiempo transcurrido, las víctimas y sus familias siguen luchando por obtener la justicia y el reconocimiento que merecen.

La exposición inaugurada en el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria-Gasteiz busca dar voz a estas historias y recordar la importancia de nunca olvidar los crímenes cometidos por ETA. A través de 22 paneles, el relato de los hechos y las conmovedoras historias de las 13 personas fallecidas en aquel trágico día, se convierte en un homenaje y un llamado a la reflexión.

La Primera Masacre de ETA

El 13 de septiembre de 1974, a las 14:30 horas, una potente bomba cargada con metralla explotó en el comedor de la cafetería Rolando, ubicada en la calle del Correo, cerca de la Puerta del Sol en Madrid. Aquel día, 11 personas perdieron la vida y más de 70 resultaron heridas. Dos víctimas más, Gerardo García Pérez y el inspector de Policía Félix Ayuso Pinel, fallecieron posteriormente a causa de las graves secuelas.

ETA, la desaparecida organización terrorista, se responsabilizó del atentado, aunque en un primer momento intentó culpar a la ultraderecha y al régimen franquista. No fue hasta 2018 que la banda reconoció su autoría y responsabilidad en este primer atentado masivo e indiscriminado de su larga historia.

El Olvido y la Impunidad de las Víctimas

A pesar de la gravedad del atentado, las víctimas y sus familias han sufrido un olvido por parte de las instituciones y una falta de justicia. Tal como señala Gaizka Fernández Soldevilla, responsable del Área de Archivo, Investigación y Documentación del Memorial, los autores del atentado no han sido condenados, lo que ha generado una sensación de impunidad entre los afectados.

En palabras de Alicia Gómez, hija de una de las víctimas, «el olvido» y la «impunidad» de los responsables han sido una carga adicional al dolor por la pérdida de sus seres queridos. Sin embargo, la inauguración de esta exposición representa un paso importante para honrar la memoria de quienes fallecieron y reivindicar los derechos de las víctimas.

Un Llamado a la Reflexión y la Memoria

La consejera de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco, María Jesús San José, resalta que este atentado marcó un momento clave en la historia de sinrazón, crueldad y dolor que ETA infligió a la sociedad. Subraya que este suceso llevó a numerosos militantes nacionalistas a comprender lo absurdo y lo erróneo del camino de la violencia, al entender que ni la dictadura ni el terrorismo podían justificar la vulneración de los derechos humanos más básicos.

La exposición se erige, entonces, como un llamado a la reflexión y a la memoria, para que las nuevas generaciones conozcan y comprendan la tragedia que supuso este primer atentado masivo de ETA. Sólo a través del recuerdo y el aprendizaje podremos evitar que hechos tan atroces vuelvan a repetirse, honrando así la memoria de las 13 víctimas mortales y de todas aquellas personas que sufrieron las consecuencias del terrorismo.