Los incendios forestales en Mequinenza y Biota, en la provincia de Zaragoza, han sido controlados gracias a la rápida actuación de los servicios de extinción del Gobierno de Aragón y otras entidades. La colaboración entre diferentes organismos y la mejora de las condiciones climáticas han sido clave en la estabilización de las llamas.
La situación actual de los incendios
El incendio en Biota, que ha afectado a alrededor de 436 hectáreas entre terrenos agrícolas y monte bajo, mantuvo en vilo a la población cercana de Farasdués, la cual fue confinada temporalmente. Afortunadamente, la situación se normalizó y las personas pudieron regresar a sus hogares. El fuego sigue activo, pero ya no representa un peligro inminente para los residentes de la zona.
Los operativos de extinción y colaboración
Las labores de extinción en la zona están a cargo del Infoar, que ha desplegado dos brigadas terrestres, dos autobombas y un equipo técnico especializado en la contención y liquidación de las llamas. La previsión de mejora en las condiciones meteorológicas, con la disminución del viento cierzo, ha sido un factor determinante en el control del incendio. Además, se ha contado con la colaboración de los bomberos de la Diputación de Zaragoza, reforzando así el operativo de extinción.
Protección Civil ha desplegado también recursos, incluyendo un vehículo PMA, un técnico, un operador PMA y voluntarios de la agrupación Cinco Villas. Por su parte, la Guardia Civil ha contribuido con una patrulla para garantizar la seguridad en la zona afectada.
El incendio en Mequinenza
En cuanto al incendio en Mequinenza, este fue controlado durante la noche después de afectar a unas 40 hectáreas de bosque. Gracias a la rápida acción de los equipos de extinción, se logró evacuar a los usuarios de un camping cercano, garantizando su seguridad. En las tareas de control y extinción participan tres brigadas terrestres, tres autobombas y cuatro agentes de protección de la naturaleza del Infoar. Se espera la incorporación de una aeronave para reforzar las labores de extinción en la zona.
Durante el día de ayer, se contó también con la colaboración de una bomba urbana pesada de 5.000 litros proveniente del parque de bomberos de la DPZ en Caspe, lo que evidencia la importancia de la coordinación entre diferentes entidades para hacer frente a situaciones de emergencia como los incendios forestales.
