En un reciente incidente en el Mar de China Oriental, la Guardia Costera de China informó haber expulsado a varios barcos japoneses que se encontraban cerca de las islas Diaoyu, conocidas en Japón como Senkaku.
Este enfrentamiento, que tuvo lugar entre el martes y el jueves, fue reportado en un comunicado oficial emitido por las autoridades chinas.
Liu Dejun, portavoz de la Guardia Costera china, instó a Japón a «detener inmediatamente todas las actividades ilegales en las aguas» cercanas a las islas en disputa.
Liu reiteró que las Diaoyu y las islas circundantes «son territorio inalienable de China» y aseguró que las fuerzas marítimas chinas continuarán con las actividades de defensa de los derechos marítimos y de cumplimiento de la ley en las aguas bajo su jurisdicción.
Refuerzo de China
El pasado mayo, China amplió las facultades de su Guardia Costera, permitiéndole detener barcos extranjeros sospechosos de ingresar ilegalmente en sus aguas territoriales.
Esta medida se enmarca en un contexto de crecientes tensiones territoriales con países aliados de Estados Unidos, como Japón y Filipinas. Además, la Guardia Costera china ha incrementado su capacidad operativa mediante la asignación de más buques y el aumento del apoyo logístico.
Disputa
La disputa sobre las islas Diaoyu/Senkaku se remonta a la guerra entre China y Japón de 1894-95, cuando Japón tomó control de las islas.
Sin embargo, el conflicto se ha intensificado en los últimos años, especialmente después de que Japón nacionalizara el suelo de tres de ellas en septiembre de 2012.
Estas islas deshabitadas, situadas a unos 150 kilómetros al noreste de Taiwán, tienen una superficie de aproximadamente siete kilómetros cuadrados y se cree que en sus aguas adyacentes podrían existir importantes yacimientos de gas y petróleo.
Las islas Diaoyu/Senkaku no solo son objeto de disputa entre China y Japón, sino también de Taiwán, que reclama su soberanía.
La situación en esta región es delicada, ya que cualquier escalada puede tener implicaciones significativas para la estabilidad en el Mar de China Oriental y para las relaciones entre las potencias asiáticas.
