Perros mutantes y encanto medieval son las frases que definen a este pueblo. Pratdip es el lugar donde una leyenda sobre perros mutantes hacen de un sitio digno de ser visitado aunque no es su única característica.
Este poblado se encuentra en la sierra de Llaberia, en la comarca tarraconense del Baix Camp, y mantiene su esencia de la Edad Media, con construcciones del estilo y un castillo que le da el atractivo para que miles de turistas lo elijan cada año. Sin embargo, este sitio también tiene una leyenda oscura de los llamados «perros vampiros», lo que le da el encanto necesario para poder combinar las dos particularidades: belleza e historia.
Por qué esta ciudad tiene perros mutantes
Los perros mutantes o más conocidos como perros «vampiros» son criaturas que predominaban en el lugar durante siglos y que eran considerados criaturas misteriosas. Estos canes fueron caracterizados por su color negro, por tener solo tres patas y ojos rojos. Estas especies eran llamadas dips y, según el mito, acechaban las calles de esta aldea, atacando al ganado, pero también a aquellas personas que llegaban tarde a casa por haber trasnochado.
De acuerdo a la historia, estos perros se consideran «vampiros» por su comportamiento violento y porque usaban sus colmillos para matar a sus víctimas y beber su sangre. Aunque se dice que estos desaparecieron en el siglo XIX, algunos visitantes aseguran haberlos visto paseando por el lugar. Esta leyenda es tan fuerte en este sitio que el escudo tiene a uno de estos canes en él.
Más allá de los perros mutantes, el encanto de Pratdip
A pesar de esta leyenda de perros vampiros, que hacen a la idiosincrasia de este sitio, Pratdip posee un lugar de privilegio que le da la belleza característica. Se trata del castillo medieval de Pratdip, considerado Bien Cultural de Interés Nacional, que sufrió algunos embistes de los fenómenos naturales, pero que mantiene sus ruinas y partes de su arquitectura gótica.
Este sitio cuenta con dos torres de defensa: torre de Ca la Torre y Torre del Capet, que forman parte de una enorme pared que actuaba como escudo para futuras invasiones. La primera, también era conocida como la cárcel, porque cumplió con esa función en el pasado. Además de esta enorme fortaleza, el sitio posee un punto de interés turístico, la iglesia de Santa Marina, una construcción románica erigida a mediados del siglo XII que luego adquirió elementos góticos. Pratdip es uno de los lugares ideales para disfrutar de este verano donde el encanto natural se fusiona con las macabras historias de los lugareños.
