La receta de fritada aragonesa perfecta para la temporada del calabacín

La fritada aragonesa es un plato tradicional que destaca por su sencillez y el uso de ingredientes humildes, principalmente hortalizas frescas. Este platillo típico de Aragón es una muestra perfecta de cómo con pocos ingredientes se puede lograr un sabor extraordinario. A diferencia de otros platos similares como el pisto manchego, la fritada aragonesa se caracteriza por la ausencia de tomate en su receta original, aunque algunos cocineros modernos pueden incluirlo para añadir color y acidez.

Para preparar una fritada aragonesa perfecta, especialmente durante la temporada del calabacín, necesitarás los siguientes ingredientes: dos calabacines, dos cebollas, dos patatas, dos lonchas de papada de tocino, dos pimientos verdes, sal y ocho cucharadas de aceite de oliva extra virgen. Estos ingredientes, aunque simples, combinan maravillosamente para crear un plato lleno de sabor y tradición.

Preparación de la fritada aragonesa

Preparación de la fritada aragonesa

El primer paso en la preparación de la fritada aragonesa es trocear las cebollas y ponerlas en una sartén a fuego fuerte hasta que comiencen a dorarse. Es crucial dorar bien la cebolla, ya que esto añadirá una base de sabor dulce y caramelizado al plato. Una vez que las cebollas estén doradas, baja la intensidad del fuego y añade los pimientos verdes troceados. Cocinar a fuego lento permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen sin quemarse. Después de unos minutos, añade los calabacines cortados en trozos pequeños a la sartén y tapa para que se cocinen en su propio jugo.

El calabacín, al ser una verdura con alto contenido de agua, se ablandará rápidamente y se integrará bien con las cebollas y los pimientos. Mientras tanto, en otra sartén, corta las patatas en rodajas y dóralas junto con la papada de tocino cortada en tacos. Este paso agrega una textura crujiente y un sabor ahumado al plato. Una vez que las patatas y el tocino estén dorados, mezcla el contenido de ambas sartenes. Asegúrate de que todos los ingredientes se distribuyan de manera uniforme para que cada bocado tenga una combinación de sabores y texturas. Este proceso de mezcla es fundamental para que la fritada tenga el equilibrio perfecto entre las hortalizas tiernas y el tocino crujiente.

Origen de la receta

Origen de la receta

Finalmente, al servir la fritada aragonesa, utiliza una escurridera para eliminar el exceso de aceite. Esto no solo hace que el plato sea más saludable, sino que también permite que los sabores de las hortalizas y el tocino se destaquen sin ser abrumados por el aceite. La fritada se puede disfrutar caliente y es ideal tanto como plato principal como acompañamiento de otros platillos.

El origen de la fritada aragonesa se encuentra en la tradición culinaria de las comunidades rurales de Aragón, donde se aprovechaban los ingredientes disponibles en la huerta y la despensa. Este plato, que puede haber incluido caracoles en su versión original durante la vigilia, refleja una forma de cocinar que es a la vez práctica y profundamente arraigada en la cultura local. La fritada aragonesa es, sin duda, un testimonio de cómo la simplicidad y la tradición pueden dar lugar a una gastronomía deliciosa y reconfortante.