Las ciudades esponja es un nuevo modelo de localidad basada en la naturaleza. Según el Observatorio de Innovación para las Ciudades Sostenibles, las ciudades esponja son un concepto que es sensible al agua por su capacidad de retener, filtrar y limpiar y pretenden revolucionar el modo de construcción en el futuro, bajo un modelo más ecológico.
En definitiva, estas localidades tienen la capacidad de absorber el agua de lluvia y hacer frente a una problemática frecuente y cada vez más preocupante: las inundaciones. Además, con estas localidades se logra que las ciudades posean mayores áreas verdes, una disminución drástica de este problema, almacenamiento de agua en acuíferos naturales, mayor biodiversidad y una notoria mejora en la calidad de vida de los habitantes.
Cómo funcionan las ciudades esponja
Las ciudades esponja tienen una finalidad clara y pretenden terminar con el problema del agua en ellas. El objetivo es que estas ciudades funcionen como un bosque, por lo que deben tener mucha vegetación que «secuestre» carbono y biodiversidad para que haya un equilibrio natural. Cada zona o barrio puede tener su propio estilo de árboles y animales. Según ONU Hábitat , estos sitios «están inspirados y respaldados por la naturaleza y utilizan o imitan los procesos naturales para contribuir a la gestión mejorada del agua».
Las construcciones de las calles tienen un condimento especial: en lugar de ser hormigón o pavimento tradicional, se usa un material permeable para que las calles absorban el agua. Las casas también sufren modificaciones y los techos son convertidos en construcciones verdes, con plantas para dispersar la lluvia de manera rápida y así evitar inundaciones. También se diseñan jardines de lluvia en todos los barrios, que disminuyen hasta un 70 por ciento el agua que corre por la superficie.
Dónde están las ciudades esponja
Las ciudades esponja no son frecuentes en Europa pero la mayoría se crearon en China, país donde tienen más de 30 de ellas. Una de las primeras es Zhengzhou, que comenzó a convertirse en este concepto a partir de 2016. En este sentido, el país asiático pretende que para 2030 este tipo de localidades «copen» la nación y el 80 por ciento de ellas se rijan bajo este concepto.
Además de techos «verdes» y pavimentos con material absorbible, este tipo de lugares también generó una transformación en el modo de construcción. En ellas, se reconstruyen todas las riberas de hormigón para reemplazarlas y rediseñarlas con riberas verdes forestadas. También, se crean humedales y parques inundables para que el agua tenga escape y pueda escurrir hacia allí.
