El paraíso escondido en Cantabria al que solo llegas bajando 760 escalones

En Cantabria existe un lugar que es un verdadero paraíso conocido por todos como uno de los más bellos. Este lugar de Cantabria se llama Faro del Caballo y es uno de los sitios ideales para visitar este verano, si el clima acompaña.

La caminata a este especial lugar de Cantabria es ardua pero vale la pena porque las vistas desde acantilados es suprema, uno de los paraísos turísticos preferidos por los españoles y por los turistas que eligen conocerlos.

Cómo llegar a la paraíso escondido de Cantabria

Aguas cristalinas, altos acantilados, brisa marina y la vista más espectacular son las características de este verdadero paraíso escondido en este distrito. Para llegar a él a pie, lo recomendado es comenzar con su ruta en Santoña donde hay que recorrer 3 kilómetros y bajar 763 escalones para poder disfrutarlo. Aunque tiene algunos tramos empinados, el paisaje que se encuentra al final de este recorrido es impresionante y se convirtió también en viral dentro de España. 

El Faro del Caballo fue construido en el año 1863 dentro de la península del Monte Buciero en Santoña y, en su recorrido, también se pueden encontrar animales típicos de estas latitudes. Además, hay que tomar en cuenta que en épocas de temporada alta el afluente de turistas es amplio y es más difícil transitar con normalidad. Para quienes quieren acceder a él sin caminar, existe la opción de hacerlo en barco o kayak con una duración del viaje de más de una hora. 

El otro paraíso: los faros más atractivos de Cantabria

El otro paraíso: los  faros más atractivos de Cantabria

El faro del Caballo no es el único atractivo en este sitio. Este maravilloso lugar ofrece otro recorrido usual para conocer los 8 faros restantes que predominan en el distrito. Uno de los primeros que se puede acceder es el Faro de Santa Ana en Castro Urdiales, que está edificado sobre un torreón del castillo del mismo nombre.

El siguiente sitio de interés es el faro del Pescador, situado en el acantilado del monte Buciero que es el único activo en Santoña. El faro de Ajo también es uno de los más llamativos porque en 2020 fue pintado por el artista Okuda San Miguel, convirtiéndolo en uno de los mayores atractivos turísticos de Cantabria. Otra de las opciones es el Faro de la isla de Mouro en Santander que está edificado en un pequeño islote en medio de la entrada a la bahía de Santander. Esta ubicación privilegiada lo convierte en un punto de referencia para la navegación en la zona.