Deshidratar masa madre es un método práctico y eficiente para conservar este valioso ingrediente por largos periodos sin necesidad de mantenimiento constante. El proceso es simple y requiere solo unos pocos utensilios y pasos. A continuación, se detalla un método fácil y efectivo para lograrlo en casa, permitiendo así que siempre tengas a mano este fermento esencial para la panadería artesanal.
Para comenzar, necesitas una masa madre activa, es decir, una que haya sido alimentada recientemente y esté burbujeante y llena de vida. Extiende un trozo de papel para horno en una superficie plana y, con la ayuda de una espátula, espárcela sobre el papel. Es importante que la capa de masa madre sea lo más fina posible, casi traslúcida, para asegurar un secado uniforme y rápido. Este paso es crucial ya que una capa gruesa podría tardar mucho más en secarse y podría no deshidratarse de manera uniforme.
Tiempo que necesita la masa madre para deshidratar
Una vez que la masa madre esté estirada sobre el papel para horno, simplemente déjala al aire libre para que se seque. El tiempo de secado puede variar dependiendo de la humedad y temperatura del ambiente, pero generalmente se necesitarán entre 24 y 48 horas. Durante este tiempo, la masa madre se transformará, pasando de una sustancia pegajosa a una hoja completamente seca y crujiente, similar a una pintura seca.
Después de asegurarte de que esté completamente seca, es hora de retirarla del papel para horno. Este paso es bastante sencillo; solo necesitas levantar con cuidado la masa seca del papel. La masa deshidratada se quebrará fácilmente en pedazos grandes. Para convertir estos pedazos en un formato más manejable, simplemente tritúralos con tus manos hasta obtener pequeñas hojuelas o polvo. Al seguir estos pasos, podrás tener siempre a mano masa madre lista para ser reactivada y usada en tus recetas de panadería artesanal.
Cómo volver a activarla para nuevas preparaciones
Una vez triturada, transfiere la masa madre deshidratada a un frasco de vidrio con tapa hermética. Es esencial que el frasco esté bien cerrado para evitar que entre humedad, lo que podría arruinar tu masa madre deshidratada. Guardada de esta manera, puede conservarse durante mucho tiempo, lista para ser reactivada cuando la necesites. Este método de conservación es ideal para quienes no panifican con frecuencia, pero desean mantener su masa madre viva.
Para reactivarla, solo necesitas agregar agua y harina, y en unos pocos días la tendrás activa nuevamente. La rehidratación es tan sencilla como mezclar las hojuelas deshidratadas con agua tibia hasta que se disuelvan, y luego alimentarlas con harina en las siguientes alimentaciones. En poco tiempo, verás burbujas y señales de vida, indicándote que tu masa madre está lista para ser utilizada nuevamente. Este método no solo te ahorra tiempo, sino que también asegura que nunca te quedes sin masa madre activa, sin importar la frecuencia con la que hornees.
