Tic, tac para Illa y Puigdemont: «Pedro Sánchez no puede ganar siempre»

Tic, tac, tic, tac. El reloj de la democracia comenzará a correr en el Parlamento catalán el próximo 25 de junio si finalmente ni Salvador Illa ni Carles Puigdemont presentan su candidatura para la primera sesión de investidura. Andan revueltos los pasillos del Parlamento y se reservan vuelos para negociar de tú a tú con la líder de ERC, Marta Rovira, en Suiza. Todos los partidos tienen mucho que perder y tan solo dos se juegan el liderazgo en Cataluña, PSC y Junts. Ambas formaciones, no obstante, dependen en mayor o menor medida de ERC.

La Cataluña del bloqueo amenaza con activarse con los vetos cruzados entre partidos, a excepción de los independentistas, que vuelven a unirse para arrancar asientos destinados al PSC, obstinado en enterrar el diálogo con PP y Vox. Sin embargo, este cordón sanitario de poco servirá a Pedro Sánchez si Junts se envalentona y decidiera romper el acuerdo de legislatura pactado en noviembre con el PSOE.

JUNTS SE NIEGA A DAR SU BRAZO A TORCER

La situación es crítica para los intereses de La Moncloa. Y es que, el ultimátum de Junts dejaría la legislatura prácticamente agotada y el adelanto electoral tendría ahora todos los elementos encima de la mesa: la amnistía, la imputación de Begoña Gómez, los pactos con ERC, Junts, Bildu y PNV, y sin el cheque en blanco que entregó la militancia en verano del pasado año con la consulta a las bases.

Sánchez
Salvador Illa, líder del PSC.

Para evitarlo, el PSOE se muestra dispuesto a entregar la negociación directamente a La Moncloa, con Félix Bolaños en su segundo gran intento para hacer méritos ante Pedro Sánchez tras el fiasco de la reforma del Consejo General del Poder Judicial. El presidente del Gobierno confía la negociación en Bolaños debido a su gran perfil para ese encargo, no obstante, podría ser su última oportunidad tras el error del 2 de mayo de 2023 -el castigo fue no aparecer en campaña electoral-.

LA FUERTE CAÍDA ESPERA A ERC

El gran escollo del PSC y el PSOE es convencer a ERC, enrocados en el referéndum y una financiación singular de Cataluña, pactada en la investidura de Pedro Sánchez. Es decir, Esquerra no ha obtenido nada nuevo para hacer presidente a Salvador Illa, pero la opción de una repetición electoral tampoco es halagüeña para los republicanos, al esperarse una fuerte caída hasta los 12-14 escaños. Y es que, la decisión de ERC no solo determina la posibilidad de que Puigdemont no logre ser president de la Generalitat, sino que su rechazo a Illa tampoco les dejaría un escenario mejor del actual.

Marta Rovira, secretaria general de ERC.

Por esta razón, las voces consultadas apuntan que ERC debe presionar a su militancia para pactar, pero las bases republicanas se niegan a pactar con quien ayudó a aplicar el 155 de la Constitución. Por esta razón, Rovira tiene ahora que tomar una decisión unilateral si decide apoyar a los socialistas y salvar el peor escenario.

Josep Rull, por su parte, es quien debe decidir si presenta candidatos a la sesión de investidura, pero ante la falta de apoyos de PSC y de Junts ha preferido dejar desierto el 25 de junio, fecha límite para la primera votación. Rull no ha dado el paso para exigir al ganador a presentarse y es que Salvador Illa ha pedido más tiempo. «Necesito más tiempo para armar la mayoría progresista», ha explicado. Puigdemont, por su parte, tampoco tiene los apoyos ante la intención del PSC de votar en contra. «Pedro Sánchez no puede ganar siempre», apuntan fuentes cercanas al expresidente catalán.

TRIAS SE RESIGNA Y MARCHARÁ ANTES DEL PARÓN

Tanto Illa como Puigdemont tienen hasta el 25 de agosto para alcanzar un pacto, pero es Illa el único con capacidad de alcanzar mayorías absolutas. Rull se da así dos meses de plazo para poner en marcha la legislatura.

Por el momento, la ronda de contactos continuará este miércoles con todos los grupos, con especial interés entre PSC y Esquerra. Ambas formaciones trabajarán para tratar de alcanzar un pacto, pero el planteamiento de los republicanos pasa por un referéndum y la financiación. No obstante, ha habido críticas hacia el PSC y Junts por no haber presentado ninguna candidatura. «Es irrespetuoso», ha espetado Marta Vilalta, portavoz de ERC.

Junts, por su parte, recuerda que la negociación por el cambio de la financiación autonómica no debe estar vinculada a la presidencia de la Generalitat. «Es una de las partes que se ha negociado con el PSOE para pactar los Presupuestos», apuntan desde Junts. De esta forma, el PSOE negociaría a dos bandas con un mismo objetivo para conseguir mantener La Moncloa y alzarse con la Generalitat.

Bolaños tendrá que negociar con Vilalta y Rovira, así como con Josep María Jové, hombre fuerte en el Parlament. Por delante, dos meses de verano donde se discutirá acaloradamente sobre

El entorno de Sánchez confía más en un final exitoso aunque no exento de sobresaltos en el camino. La prudencia formal del secretario general del PSOE, y su cuidado en no quemarse prometiendo a unos u a otros, contrasta con su modo más impúdico de afrontar el reto, y tal como salió el domingo a agasajar en público a los republicanos está dispuesto a ser «más que generoso» con las pretensiones económicas que plantean para dar a Illa la presidencia de la Generalitat.

Mientras tanto, el lío se encuentra en el Ayuntamiento de Barcelona, donde Jaume Collboni se prepara para dar entrada a ERC al Gobierno municipal, generando un cisma en Junts, con una más que posible retirada de Xavier Trias ante la negativa de Jaume Collboni a pactar con los de Puigdemont.