El PSE-EE de Andueza exige al PNV una «Consejería de gestión y social»

El PSE-EE de Eneko Andueza exige al PNV de Imanol Pradales una Consejería de gestión social o económica para reeditar la alianza en la gobernabilidad del País Vasco. Los socialistas se aferran tanto a su programa como a los resultados electorales del pasado domingo para pedir una cartera con gestión económica, más allá de Vivienda, Trabajo, Turismo, Comercio y Consumo.

En este sentido, las voces consultadas por MONCLOA se decantan por una Consejería de nueva creación, como Empresa e Industria, o bien hacerse con la existente «Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente», que controla Industria y en la que el PSE-EE tiene la Secretaría autonómica.

EL PNV CERRARÁ EN SEMANAS EL GOBIERNO VASCO

Las conversaciones se darán «lo antes posible» para poner en marcha la nueva etapa del Gobierno de Pradales, que busca dar una cierta continuidad a las políticas de Íñigo Urkullu, dictadas por el PNV. Y es que, en el País Vasco, a diferencia de otras CC AA, no se monta un partido entorno al líder, sino que éste es una herramienta más, un engranaje esencial, del partido. El PNV lleva a rajatabla esta premisa, más cuando Íñigo Urkullu se enteró de su destitución a través de la prensa. «Es una muestra de que en el PNV manda el partido, no el presidente», explican las fuentes.

El nuevo mapa del País Vasco tras el 21A
El nuevo mapa del País Vasco tras el 21A

Los jetzales no soltarán ninguna Consejería identitaria para evitar dar munición a Bildu y a los partidos minoritarios, tampoco a los sindicatos, especialmente ELA, el más combativo y que busca siempre la confrontación como solución a los conflictos laborales. Por este motivo, la negociación irá rápida y se centrará en áreas de gestión pública, incluyendo Salud, pero será muy complicado que los nacionalistas la suelten tras los polémicos contratos con un exalto cargo de Urkullu que ha recalado en una de las contratas del sector público.

La ronda de negociación, no obstante, no necesitará de presentaciones previas, más cuando llevan las últimas dos legislaturas gobernando en alianza, un acuerdo que se prorrogará previsiblemente en este 2024, con sus 39 escaños, 27 de ellos del PNV y otros 12 del PSE-EE, uno más del requerido para la mayoría absoluta.

ANDUEZA PIDE MÁS PESO EN EL GOBIERNO

Los nacionalistas retrocedieron cuatro escaños, mientras los socialistas ganaron 2, mientras Bildu podría haber tocado su techo con otros 27. No obstante, los resultados aún son provisionales y el voto de los residentes en el exterior (CERA) podría modificar la actual composición salida del recuento de las urnas en el País Vasco.

Ninguna de las dos fuerzas descartó el pacto durante la campaña electoral, pero sí hubo críticas entre ambas, de cara a la galería, dado que llevan gobernando desde hace ocho años. De ahí que el adversario a batir fuera Bildu y evitar que Podemos o Sumar arrebataran escaños al PSE-EE. El cálculo de la campaña electoral se hizo correctamente y en esta ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, cuando aseguró que no sabía quién iba a ser lehendakari, pero sí quién manda.

Andueza mostró un perfil propio, incluso dejando clara su autonomía respecto a Ferraz

El PSE-EE de Andueza puso las políticas sociales, gestión de la Sanidad y la economía encima de la mesa durante la última semana de la campaña electoral. «Andueza mostró un perfil propio, incluso dejando clara su autonomía respecto a Ferraz, y tratará de arrancar el mejor acuerdo para continuar creciendo en el País Vasco», apuntan fuentes socialistas a este medio.

EL PNV RETENDRÁ LAS CARTERAS IDENTITARIAS

El PNV de Pradales y Ortuzar buscan ahora encontrar nexos comunes en los programas para evitar discrepancias internas con los socialistas en las políticas del País Vasco. Como partido de ley y orden, no habrá pasos hacia el referéndum o la independencia, pero sí hacia un mayor autogobierno. Por este motivo, ciertas Consejerías, como Interior, Cultura o Autogobierno permanecerán bajo la batuta del nacionalismo.

Tanto el PNV como el PSE-EE tienen claras las prioridades para formar Gobierno cuanto antes. Es más, ninguna de las dos partes quiere alargarlo a la campaña de las europeas, que comenzará en un mes. Los socialistas suelen crear Consejerías o Ministerios para contentar a los suyos, pero el PNV reduce el poder en tan solo once carteras, una de las más bajas de España. Una solución salomónica pasaría por partir alguna de las ya creadas y dividir las funciones.

Los nacionalistas de Pradales y Ortuzar apuntan que la diferencia respecto al PSE-EE es suficientemente grande como para dar la mitad de una Consejería, mientras que los de Andueza buscan una íntegra, para dar un mayor peso a la formación y un nuevo micrófono.

TRES CONSEJERÍAS Y MEDIA O LA PRESIDENCIA DEL PARLAMENTO

Los grandes planes de futuro del PSE-EE con la EITB frente a Sumar | Foto: PSE
Los grandes planes de futuro del PSE-EE con la EITB frente a Sumar | Foto: PSE

El PSE-EE ha gobernado con tres Consejerías y la vicelehendakaritza, pero no tendrá ahora a Idoia Mendia ni tampoco a Iñaki Arriola, más cerca del Parlamento europeo que del País Vasco. La otra opción es repartirse sillones institucionales, aunque por el momento está por ver que el PNV desaloje a Bakartxo Tejeria de la Presidencia de la Mesa, cargo que ocupa desde 2012.

Por el momento, el PNV no ha variado su postura, construida desde hace décadas. «Si necesitan prescindir de sus herramientas, lo harán», es un partido de poder, pero tienen claro que se vela antes por los intereses de la formación que por el líder o la persona. Pradales no tendrá ningún miramiento, si así lo decide el partido, en cambiar a personas de confianza de Urkullu. «No viene con cargas», señalan. Por este motivo, la negociación sería más fácil. Eso sí, el PNV ha logrado evitar el temido ‘sorpasso’ a Bildu.

En el PSOE y el PSE-EE, por su parte, están encantados con el resultado obtenido. «Ha aguantado el chaparrón y mantiene el tirón de cara a las elecciones catalanas y europeas», consideran. No obstante, advierten del riesgo de la abstención en estos comicios por las discrepancias de las bases con la amnistía.