El Partido Popular se ha beneficiado del voto de castigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Las elecciones autonómicas y municipales han dejado claro cuál es el escenario con el que tendrán que trabajar el PP y el PSOE en las generales. Los socialistas se han hundido en todos los municipios y en todas las comunidades autónomas. El PP ha arrasado. Ha recuperado una buena cantidad de capitales. Han recuperado todas las andaluzas, se han apuntalado en Madrid, han arrasado en la Comunidad Valenciana y se han hecho con bastiones socialistas. El PSOE se ha hundido ante un Pedro Sánchez completamente ausente que sabe lo que le viene encima en las próximas generales.
La Comunidad de Madrid seguirá en manos de Isabel Díaz Ayuso tras la mayoría absoluta obtenida en los comicios (68 diputados). Hasta aquí ninguna sorpresa. La buena noticia para la principal activo (junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla) del Partido Popular es que ha conseguido cumplir las expectativas de todos los populares tanto en la Comunidad como en el Consistorio. El problema hubiera venido si no hubieran conseguido superar los diputados necesarios. Pero de momento todo en orden y con vías a presentarse contra Pedro Sánchez o contra quien sea. Fuentes del PP insisten en que en Sol calientan motores para asaltar Génova, pero no ahora mismo. Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida son los nuevos reyes absolutos de Madrid. Sin dudas y con la oposición muy lejos de sus resultados.
La mala noticia se la lleva Juan Lobato, quie no se queda como líder de la oposición, se beneficia de la salida de Podemos, pero Mónica García ha conservado completamente el liderato de la oposición pese al bono térmico y a otras aventuras que ha protagonizado en este año.
En el Ayuntamiento de Madrid, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, mantendrá el cargo durante otros cuatro años tras haber obtenido una abrasadora mayoría absoluta que ha dejado un sabor absolutamente dulce en el PP de Madrid. Almeida tiene mayoría absoluta con justo 29 concejales y conseguirá gobernar como quiera tras haber aumentado en 14 el número de representantes del Consistorio. Solo queda saber quién tendrá las riendas del Ayuntamiento de Madrid, si el alcalde y número uno de las listas del PP o la presidenta del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
En el Partido Popular están eufóricos. Pero no pasa lo mismo con la izquierda que llegó a gobernar en al ciudad. Rita Maestre tiene 12 concejales como líder de la oposición, María Reyes Maroto ha sorprendido mejorando en tres concejales los resultados tras la campaña nefasta que había comprometido a la candidata socialista y Podemos ha conseguido entrar ante la sorpresa de todos.
En la Comunidad Valenciana y en la ciudad de Valencia, el PSOE y la izquierda en general ha vivido otro drama que ha dado el control total al Partido Popular. Joan Ribó y su gestión de la ciudad no ha sido suficiente como para mantener el control de Valencia, pero lo más duro no ha sido para él, sino para el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. El barón socialista perderá el control de esta comunidad autónoma y se la tendrá que entregar si no hay sorpresas a Carlos Mazón (quien se ha llevado 40 diputados cuando la mayoría absoluta está en 50 parlamentarios), un popular que colocó Pablo Casado y que no ha tenido especiales apoyos por parte de Génova.
Otro de los territorios más comentados ha sido Castilla-La Mancha. Su presidente, Emiliano García-Page, muy crítico con Pedro Sánchez y con la directiva del PSOE, ha sido el único que por los pelos ha conseguido mantener la presidencia de su comunidad autónoma. Ha sido por unos cientos de votos, pero ha conseguido mantenerse como uno de los pocos barones socialistas que no ha salido defenestrado tras las elecciones de este 28 de mayo. El caso de Page ha sido probablemente el más tenso durante estos comicios dado que con el 80% escrutado todavía no se sabía si conseguiría mantener la presidencia de Castilla-La Mancha.
EL PARTIDO POPULAR TAMBIÉN ARRASA EN EL RESTO
En Aragón, Javier Lambán se ha estrellado de forma estrepitosa pese a quedar como segunda fuerza política. El Partido Popular se ha erigido como ganador de las elecciones y Vox es la muleta perfecta con esos siete diputados que quedan colgando para hacer a Jorge Azcón el próximo presidente de Aragón. Es curioso que todos los críticos a Pedro Sánchez también se han caído.
La gran sorpresa para todos, tanto para el Partido Popular como para el PSOE, ha sido Extremadura. Todos daban por hecho que Guillermo Fernández Vara seguiría siendo el presidente de esta comunidad autónoma tan maltratada por la administración. El problema ha sido que la flamante candidata del PP, María Guardiola, será previsible presidenta de Extremadura contra todo pronóstico y siempre que el Partido Popular.
En Barcelona, la gran sorpresa está siendo Xavier Trias, un candidato aparentemente independiente que en realidad ha sorprendido a todos porque ha mandado a Ada Colau, actual alcaldesa, a la lista de Sumar. Hay que llevar pactos encima de la mesa. Pero lo cierto es que el nacionalismo no independentista se ha erigido como el más votado en la ciudad de Barcelona. Lo más esperado es que Trias sea alcalde, aunque desde el PSC pueden dar la sorpresa. Aún así, hay voces que aseguran que la ciudad es completamente ingobernable y que no serán capaces de llegar a acuerdos concretos. Sea como sea, Ada Colau ya se ha puesto a mirar a Yolanda Díaz para ser diputada nacional.
En el País Vasco se han dado algunas sorpresas, como que ganara EH Bildu en Vitoria. En Bilbao ha ganado el PNV, pero el resumen es que la izquierda abertzale ha puesto contra las cuerdas la hegemonía de un Partido Nacionalista que hasta ahora había estado incontestable. El resumen general es que el País Vasco sigue en manos del nacionalismo, pero con una pugna entre el PNV y EH Bildu.
En Sevilla, el Partido Popular ha dado un vuelco a las elecciones, eso sí, gracias a Vox. En la ciudad más relevante para el PSOE en Andalucía, los socialistas han perdido el control de la ciudad siempre que consigan pactar con Vox. Granada también ha quedado en manos del PP, pero la lectura es que la derecha directamente ha arrasado en la ciudad andaluza.
Otra sorpresa ha sido la derrota de Miguel Ángel Revilla en Cantabria, al que le ha pasado por delante incluso el PSOE. Ha quedado con tan solo ocho diputados mientras que los demás han arrasado. Revilla ha reconocido la derrota, pero lo cierto es que ya olía a naftalina dados los años que llevaba al frente de la política de su territorio.
En Ceuta y Melilla ha quedado claro que gana la derecha. Los asaltos de miles de inmigrantes a las vallas de estas ciudades autónomas ha aupado al Partido Popular y a Vox. Queda claro que por muchas listas de musulmanes la mayoría de los votantes sigue prefiriendo a un partido conservador para gestionar.